Si el aumento global de las temperaturas llega a superar en un grado y medio centígrado los niveles en que se encontraban antes del inicio de la Revolución Industrial, como propone el Acuerdo de París, el cambio climático hará que el viento aumente a toda la zona norte de Europa y el Reino Unido.
Esta consecuencia inesperada podría favorecer mucho la generación de energía eólica. Y, por tanto, reducir la dependencia de los combustibles fósiles para la generación de electricidad, dentro de la gravedad de la situación. En el caso del Reino Unido, que ha centrado el estudio que ha realizado un equipo conjunto del Estudio Británico Antártico y las universidades de Oxford y Bristol, el aumento de los vientos podría llegar a un 10%. Esto querría decir que, teniendo en cuenta sólo las instalaciones eólicas que hay actualmente en tierra firme, se podrían abastecer 700.000 hogares más que a día de hoy.
Los investigadores combinaron los datos de 282 turbinas eólicas a lo largo de un período de once años con modelos y datos climáticos. Los resultados de sus cálculos indican que grandes partes del norte de Europa como Alemania, Polonia o los países bálticos podrían aumentar mucho su potencial para generar energía eólica.
El Reino Unido, sin embargo, es el que sufriría un aumento mayor de los vientos que, además, serían fuertemente estacionales. Según los miembros del equipo, los vientos que hace actualmente en invierno en el Reino Unido se podrían prolongar hasta nueve meses. Con ello este fenómeno se convertiría en un actor mucho más importante en la generación de energía en el país del que se había pensado hasta ahora.
El viento, al fin y al cabo, es una fuente de energía muy variable, y si bien la predicción meteorológica puede calcular variaciones a corto plazo entre la generación y la demanda de electricidad, los gobiernos y las industrias necesitan información a largo plazo. Sin embargo, la energía eólica es un elemento de vital importancia en una economía que quiere dejar de depender de los combustibles fósiles para abastecerse.
A día de hoy, esta fuente de electricidad supone el 18% de la capacidad total del continente y, según la estrategia energética diseñada por la Comisión Europea de cara al año 2030, el mínimo de la energía generada por las renovables debería llegar al 27% dentro de doce años.