Cuatro pequeños municipios de Alicante presentan los ejemplos de colaboración público-privada en materia medioambiental. Durante el encuentro Propuestas medioambientales para ciudades sostenibles, sus alcaldes han hablado de su colaboración con Hidraqua en la gestión de sus recursos hídricos.
La charla, organizada por la compañía en el Club Información, ha contado con diversos ejemplos del trabajo que realizan con los gobiernos municipales de Benijófar, Finestrat, Rojales y Xixona. «Hidraqua juega un papel imprescindible porque los pueblos pequeños no tienen envergadura financiera para estos proyectos», ha señalado el alcalde de Benijófar, Luis Rodríguez.
Con poblaciones entre los 4.000 y los 21.000 habitantes, los demás alcaldes han subrayado la importancia de esa relación. Isabel López, alcaldesa de Xixona, ha agradecido «la especialización porque los ayuntamientos atendemos tantas cosas que es difícil tener a estos especialistas». Más, ha continuado, cuando se trata de «la gestión del agua, que es un bien general». Mediante esa colaboración, «tienes a los mejores». Y ha alabado que «Hidraqua tiene buenos profesionales con conocimiento y experiencia para abordar estos problemas, como cuando hay una fuga de agua. Con empresas serias y responsables que solucionen problemas de este tipo. Y valoramos el dar soluciones rápidas a problemas de envergadura».
Ejemplo del apoyo de los especialistas lo ha puesto Antonio Pérez. «En Rojales tenemos un problema histórico por la autorización de vertidos de las depuradoras. Sin la ayuda de Hidraqua hubiera sido imposible, o mucho más complicado, resolverlo». Por eso, el alcalde de esta localidad del sur de la provincia no ha dudado en asegurar que «ha sido fundamental la colaboración». «Ir de la mano nos ha ayudado mucho: hemos hecho muchas reuniones que con solo técnicos del ayuntamiento no habría podido ser».
El alcalde de Finestrat ha sido el más contundente al recalcar que «hay que colaborar con las privadas; a las administraciones públicas nos ha faltado mentalidad empresarial y saber relacionarnos con las empresas». Juan Francisco Pérez ha añadido que «tenemos que aprender a asociarnos con ellos, respetando la ley porque hace un municipio mejor».


Cada uno de los cuatro municipios ha hablado de los trabajos que se han hecho en los últimos tiempos en materia hídrica. Desde Rojales, Pérez ha explicado el proceso de reconversión de su mapa de depuradoras. De las cuatro con que cuentan, dos van a desaparecer. Además les preocupa agilizar los trámites para conseguir los permisos de autorización de vertidos desde estas instalaciones. Más cuando tienen el parque natural de las Lagunas de la Mata, colindante.
La renovación de la red de tuberías es uno de los factores que han destacado Pérez y López. El objetivo en ambas poblaciones «que haya las menores pérdidas posibles». En Rojales, algo fundamental porque se dedica mucha agua al riego, de manera que buscan que «el agua que se compra, se reparta toda». En Xixona, su alcaldesa ha cifrado en un 38% la reducción conseguida en esas pérdidas durante el periodo 2000 a 2017. «Son obras que no nos apetece emprender porque se ve poco -ha reconocido- pero tienen esas consecuencias, se consigue un rendimiento del 76% en la red». Unas mejoras que, como ha comparado, equivaldrían al ahorro del agua que se consume en la localidad en siete meses y medio.
La reutilización del agua es una preocupación que tienen en común Rojales y Benijófar. En este último municipio cuentan con un gran parque de 120.000 metros cuadrados, al que en 2010 incorporaron un gran lago. «Con Hidraqua elaboramos un plan para la reutilización y elevar el agua hasta una antigua balsa de riego -ha indicado Rodríguez- para, por gravedad, llenar el lago existente». Otras medidas que están implantando es el riego por goteo en esta zona y la construcción de un ramal «de este aprovechamiento de agua para juntarla con dos acequias que riegan toda la huerta». El reto final que se plantean «es que haya una elevación aún más arriba, donde se podría hacer un depósito y así haya una red interna de todos los jardines».
Infraestructuras relevantes, como las que se han planteado en Finestrat. Allí, ha apuntado Pérez, tenían un grave problema con las riadas en la cala de Finestrat. Cuando llegaban grandes avenidas de agua por ese barranco se generaba situaciones de grave peligro, en las que incluso ha habido que lamentar la pérdida de vidas humanas. Con las obras que se han ido realizando se está consiguiendo resolver la situación ralentizando la velocidad con la que podían llegar esas avenidas.
Las experiencias de los cuatro municipios ha de servir, como ha indicado Juan Ramón Gil en la presentación del acto, para «poner en valor lo que hacemos y tenemos». Y a partir de ahí, «compartir soluciones», en las que es «clave la colaboración público-privada».
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