El banco pretende luchar contra el problema de los plásticos en los animales.

Creando un banco para luchar contra los plásticos y la pobreza

El plástico ha inundado nuestras vidas, y por tanto, nuestro medioambiente. Según Greenpeace, cada año los mares y océanos son receptores de hasta doce millones de toneladas de basura. La situación mundial es dramática, más aun teniendo en cuenta que la producción de plásticos se acercará en 2020 a los quinientos millones de toneladas (un 900% más que en 1980).

La Unión Europea ha tomado medidas regulatorias para la prohibición de uso de las bolsas de plástico el 1 de enero de 2021, habiendo pasos intermedios desde 2018 para ir minimizando su uso en el comercio.

Un dato menos conocido, es que en los países en desarrollo alrededor del 80 por ciento de los desechos plásticos proviene de áreas con altos niveles de pobreza y no hay sistemas efectivos de manejo de desechos.

Creación de un “Banco de Comercio de reciclado de Plástico Social”

¿Y si pudiéramos crear un Banco de Comercio de reciclado de Plástico social para remunerar el reciclaje del mismo en los países en desarrollo? Ese es el objetivo de “The Plastic Bank”, fundado por David Katz en marzo de 2013.

Uno de los problemas en estos países radica en cómo recompensar por el plástico recogido a un precio justo, con el objeto de poder crear una actividad empresarial confiable de reciclaje. Además, los nativos en los países en desarrollo suelen carecer de cuentas bancarias, y el manejo de dinero en efectivo puede ser peligroso para ellos debido a la corrupción y la delincuencia.

Pero casi todo el mundo, incluso en zonas desfavorecidas, tiene un teléfono móvil que admite transacciones digitales, como las realizadas con blockchain.

El funcionamiento de forma resumida es el siguiente:

  1. El plástico que se recoge se clasifica y procesa en centros de recolección del Banco,
  2. Luego se integra en cadenas de valor de reciclaje con un sellado especial denominado “Plástico Social”, es decir, material que ha sido verificado por “The Plastic Bank”.
  3. Los recolectores reciben un precio superior frente al mercado tradicional en su país por los residuos de plástico.

El modelo comercial del Banco se basa en el apoyo y la mejora de las instalaciones de gestión de residuos existentes, apoyando a los recolectores para mejorar su capacidad para procesar plásticos reciclados. También genera la conexión entre las instalaciones de reciclaje con las marcas globales que utilizan el plástico para su posterior reciclado

Todas las transacciones no se realizan con dinero, sino que una cadena de Blockchain administra los pagos, almacena crédito y valida las reclamaciones, aumentando en gran medida la posibilidad de ampliar The Plastic Bank a nuevos mercados.

Conclusión

Durante este post hemos visto un ejemplo de cómo la tecnología y las buenas ideas pueden ayudar a mejorar el medioambiente. Si queremos tener un #VeranoEnVerde, una buena manera es minimizar el uso de plástico en nuestras vacaciones, o asociarse a “The Plascti Bank” donando una aportación económica para que sigan haciendo la labor social y medioambiental que realizan.

La plataforma iambiente pretende constituirse, con la colaboración de todos, en el foro de referencia en el ámbito de la Calidad Ambiental, en su sentido más amplio.

©2025 iambiente.es Copyright

Desarrollado por Equipo de Comunicación 

Scroll al inicio