El sistema creado por Vicente Zapata fomenta la incorporación al mercado laboral de las personas que tienen especiales dificultades para hacerlo. Por ello ha sido elegido como el quinto miembro de la Red Impulsores del Cambio. Esta alianza, promovida por Hidraqua, Fundación Aquae y Ashoka, identifica y apoya proyectos de gran impacto social como es el caso de Barrios por el Empleo.
Desde 2009, ha conseguido que más de 2.500 personas encuentren trabajo y se ha adoptado como política pública en Tenerife. Este programa persigue la mejora de la empleabilidad y la inclusión social. Está dirigido a quienes cuentan con especiales dificultades para acceder a un trabajo y para conseguirlo han creado un innovador modelo que les convierte en protagonistas de su propio proceso de transformación.
«Trabajamos de forma particular con la persona, intentando aportarle aquello que le puede faltar para incorporarse a una ocupación determinada, sin olvidar actuar en el barrio», explica Zapata. Esta última parte la considera fundamental este doctor en Geografía e Historia que ejerce de profesor en la tinerfeña Universidad de La Laguna. Así quien busca el empleo encuentra apoyo en su comunidad de referencia, «consiguiendo así que el problema individual del desempleo se convierta en el reto colectivo del empleo«.
Al colocar a la persona en el centro de la intervención, Barrios por el Empleo ha generado un nuevo modelo de inserción socio-laboral. Así se integran plenamente en un proyecto colaborativo donde ellas mismas ayudan a los equipos técnicos a diseñar la hoja de ruta de su propio proceso de mejora. «Nuestro desarrollo metodológico es bastante novedoso ya que apostamos por el protagonismo de las personas que se involucran en el proyecto para que pasen de ser beneficiarios o usuarios a participantes«, destaca Zapata.
Esta iniciativa se centra en mejorar la articulación de los recursos existentes para fomentar el empleo, la formación para el empleo en la escala de barrio; elaborar itinerarios de inserción individualizados; y facilitar información y orientación laboral para la búsqueda activa de empleo. De esta forma promueven la adquisición de experiencia y oportunidades laborales en colaboración con el sector empresarial.
De iniciativa comunitaria a política pública
La historia de Barrios por el Empleo surge en 2009. En uno de los peores momentos de la Gran Recesión se organizó en el pequeño barrio de La Candelaria como una iniciativa comunitaria cuyo objetivo era paliar los efectos del desempleo a escala local. Seis años más tarde del barrio se ha pasado de la ciudad de San Cristóbal de la Laguna a ofrecer cobertura a los vecinos de prácticamente todos los municipios de Tenerife. El modelo estaba más que probado y ese mismo 2015 el Cabildo tinerfeño adoptó este modelo como política pública a escala insular. Así pasaba a formar parte del Marco Estratégico de Desarrollo Insular (MEDI).
Este proyecto se organiza actualmente en torno a 21 oficinas repartidas por el territorio insular, con proyección municipal y comarcal, en las que cerca de un centenar de personas, constituidas en equipos técnicos, trabajan codo a codo junto a las personas participantes. En el repaso de las cifras de Barrios por el Empleo: Juntos más Fuertes se ve el gran impacto conseguido. Desde que se implantara el modelo en 2015 son más de 2.500 personas quienes han encontrado un empleo. A ello sumar que más de 2.400 han realizado cursos de formación y más de 2.600 participantes han completado un itinerario personalizado de inserción laboral.
Otro de sus elementos innovadores es la confluencia de organizaciones públicas y privadas que asumen un proyecto común con objetivos compartidos, lideradas por el Cabildo de Tenerife y su Fundación de Empleo (FIFEDE) y la Universidad de la Laguna, entre otros. Este modelo está llamando la atención de otras islas canarias y comunidades autónomas españolas, como Andalucía y Navarra, que se han interesado por el desarrollo de la experiencia.
«Hace unos años, uno de los participantes de Barrios por el Empleo nos llamó ‘recuperadores de personas’, una expresión que ilustra muy bien cómo este modelo genera profundos cambios en las personas, que mejoran su autoestima y relación con la comunidad (su barrio) y se vuelven más autónomas y proactivas. Un resultado que se obtiene de la acción directa de estas personas y no de un planteamiento basado en el asistencialismo», destaca Zapata.
Junto a Barrios por el Empleo se encuentran varias iniciativas sociales, también impulsadas por Zapata, como ‘Juntos en la misma dirección’, una red de trabajo conformada por personas, asociaciones y entidades que colaboran a favor de la convivencia en la diversidad en Tenerife, compartiendo un enfoque intercultural. Zapata también es director del proyecto Intervención Comunitaria Intercultural, que se desarrolla desde 2014 en el barrio tinerfeño de Taco.
Emprendedores sociales para cambiar el mundo
Vicente Zapata es el quinto emprendedor social seleccionado por RIC, una alianza internacional suscrita entre la Fundación Ashoka, Hidraqua, Fundación Aquae, Fundación Acuorum, Canaragua, Aguas de Cartagena y Aguas Andinas, con el objetivo de catalizar la innovación disruptiva en España y América Latina. Esta alianza selecciona y apoya a emprendedores sociales de Chile, Colombia y España, a los que apoya en el desarrollo de sus proyectos, todos ellos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Gracias al apoyo de RIC, Vicente Zapata y su equipo podrán participar el próximo año en Hello Europe, una iniciativa de Ashoka que persigue la integración de personas migrantes y refugiadas a través de la innovación social, ahondando, en este caso, en los beneficios de la ocupación laboral de cara a su proceso de inclusión.
Los otros cuatro miembros de RIC son Luz Rello, creadora de DytectiveU, la primera herramienta online para combatir la dislexia; Camilo Herrera, que apoya el desarrollo de comunidades en situación de exclusión en América Latina y África mediante un modelo participativo de instalación de postes de luz e internet; Pedro Medrano, fundador de Montes de Socios, que promueve una nueva figura jurídica, las Juntas Gestoras, para gestionar montes de propiedad compartida; y Víctor Durán que, con ‘Vigilantes del Lago’, persigue proteger los lagos como principal fuente de agua dulce del mundo.