Son muchos los aspectos que influyen en la calidad del ambiente interior: el confort térmico, el aprovechamiento de la luz natural, la calidad de las vistas hacia el exterior, la protección frente al ruido y por supuesto la calidad del aire interior. En este artículo os presentamos las estrategias que propone LEED para garantizar la calidad del aire interior en los edificios y por lo tanto el bienestar de los usuarios.
¿Qué es LEED?
Explicado de una manera muy resumida, LEED es un sistema que permite certificar la sostenibilidad de los edificios. LEED es en inglés el acrónimo de Leadership in Energy and Environmental Design. Se estructura en 8 categorías y un crédito adicional. Dichas categorías se refieren a cada uno de los aspectos fundamentales para certificar la sostenibilidad de los edificios:
1. Localización y transporte asociado al edificio (LT).
2. Elección de la parcela con criterios de sostenibilidad (SS).
3. Eficiencia en el uso del agua (WE).
4. Eficiencia en el uso de la energía (E&A).
5. Elección de materiales y uso de los recursos (MR).
6. Calidad del ambiente interior (EQ).
7. Innovación en el diseño (IN).
8. Prioridad regional (RP).
La última versión de LEED, incorpora novedades. Una de las más importantes es el crédito Proceso integrado. Fundamental para el éxito de la certificación de la sostenibilidad con el sistema LEED. Su importancia radica en el hecho de que la sostenibilidad debe ser algo inherente a todo proyecto de diseño y construcción de un edificio, no un elemento añadido. Este crédito tiene como objetivo la aplicación correcta de la herramienta LEED.
La calidad del ambiente interior
Cada una de las categorías anteriores se califica con una puntuación. Esta valoración está basada en la importancia de dicha categoría según el impacto que sobre el medio ambiente y la salud de las personas lleva asociado. Cuando se certifica un edificio con LEED se pueden alcanzar cuatro niveles de certificación. Cada nivel depende de la valoración final. Por ejemplo, se pueden alcanzar hasta 33 puntos y alguno extra en la categoría asociada al uso de la energía. Esta es la categoría más importante. Seguida por la categoría de calidad del ambiente interior, donde se pueden alcanzar hasta 16 puntos y algún punto extra por comportamiento ejemplar.
En este post vamos a centrarnos en la importancia de la calidad del aire interior y las estrategias que propone LEED para su garantía.
Factores que influyen en la calidad del aire interior
La calidad del aire que respiramos en el interior de los edificios influye en nuestro bienestar. Y aunque no lo podamos percibir con la vista, existen diferentes aspectos que influyen en la calidad del aire: el humo del tabaco, las emisiones de los materiales de construcción, el radón del subsuelo, la calidad del aire exterior, la limpieza en conductos de ventilación o de las propias instalaciones, el control de la calidad del aire durante la ejecución de la obra, el uso de combustibles, la calidad del aire exterior o la actividad de las personas en los espacios interiores entre otros muchos.
LEED considera todos estos aspectos y propone una serie de estrategias para garantizar la calidad del aire interior y por lo tanto el confort de los usuarios.
Estrategias para la mejora de la calidad del aire interior
Pre-requisitos relacionados con la calidad del ambiente interior
Para empezar, cada categoría en LEED incluye una serie de pre-requisitos de obligado cumplimiento. Si no se cumplen no se puede certificar un edificio con LEED. En la categoría de calidad del ambiente interior los dos pre-requisitos exigibles tienen que ver con la calidad del aire. En primer lugar porque es imprescindible cumplir con la normativa que regula la calidad del aire interior. Tanto con sistemas mecánicos como sistemas de ventilación natural. En segundo lugar porque LEED da mucha importancia al control del humo del tabaco por sus efectos negativos sobre la salud de las personas.
Algunos requisitos adicionales al cumplimiento de la normativa son:
– Monitorizar la ventilación mediante dispositivos de medición directa del caudal de aire exterior. Una alarma debe advertir de que el caudal es insuficiente o excesivo por encima del valor de diseño.
Imagen. Outdoor airflow monitoring from www.airmonitor.com
– Monitorizar las concentraciones de CO2 en cada zona térmica. Una alarma también indicará si la concentración de CO2 aumenta por encima del valor límite de diseño establecido.
– En edificios de viviendas todos los electrodomésticos de combustión deben disponer de ventilación y se deben instalar monitores monóxido de carbono.
– Los equipos de calefacción o de producción de ACS en viviendas se deben diseñar e instalar con combustión cerrada o con extractor motorizado, o se deben colocar al aire libre o bien en un espacio diferente.
– Aplicar
técnicas de construcción resistentes al radón para diseñar y construir edificios de viviendas en zonas del alto riesgo por presencia de este gas radiactivo.
Estrategias mejoradas de calidad del aire interior
Una vez garantizado el cumplimento de los pre-requisitos se eligen los créditos a perseguir. De los 9 créditos que incluye esta categoría, tres de ellos tienen que ver con la calidad del aire interior. Esta vez nos fijamos en el crédito Estrategias mejoradas de la calidad del aire interior con el que se puede alcanzar hasta dos puntos, más un punto extra por comportamiento ejemplar.
Estrategias adicionales para mejorar aún más la calidad del aire interior propuestas por LEED
– Instalar sistemas de control permanentes en las entradas de los edificios, que permitan capturar la suciedad y las partículas que puedan entrar del exterior. Estos sistemas consisten en rejillas, parrillas o ranurados que se deben limpiar semanalmente.
![calidad aire sistema permanente entrada edificio](https://www.certificadosenergeticos.com/wp-content/uploads/2017/11/calidad-aire-sistema-permanente-entrada-edificio-300x223.jpg)
Imagen. www.cleanmiddleeast.ae
– Garantizar la ventilación de espacios en los que se genere una gran cantidad de contaminantes. Por ejemplo en garajes, áreas de limpieza, salas con máquinas de imprimir o fotocopiadoras, lavanderías, etc.. Además dichos espacios deberán ser totalmente estancos mediante puertas de auto-cierre y particiones de forjado a forjado o falsos techos continuos.
– Los sistemas de ventilación deben incorporar filtros de partículas o dispositivos de limpieza del aire. Dichos filtros deberán cumplir con una clasificación mínima. Además también se deberá sustituir todos los dispositivos de filtración instalados durante la obra de manera previa a la ocupación del edificio una vez terminada la ejecución del mismo.
![filtros ventilacion calidad del aire](https://www.certificadosenergeticos.com/wp-content/uploads/2017/11/filtros-ventilacion-calidad-del-aire-300x300.png)
– Se diseñará el edificio para minimizar y controlar las entradas de contaminantes en el edificio. No se podrá superar los valores límite de concentración establecidos por determinados estándares o normas locales si estas existieran.
– Todos los espacios densamente ocupados serán monitorizados para controlar la concentración de CO2.
– Se realizará un análisis de las fuentes potenciales de contaminación además de CO2 en aquellos espacios donde sea probable la presencia de contaminantes. Posteriormente se elaborará de un plan de control que incluirá la adecuada selección de materiales y la monitorización con sensoresque detecten dichos contaminantes.
![calidad del aire fuentes contaminacion](https://www.certificadosenergeticos.com/wp-content/uploads/2017/11/calidad-del-aire-fuentes-contaminacion.bmp)
Imagen. Fuentes de contaminación en los edificios: VOC, CO, CO2,NO2, etc.. Fuente: Encyclopaedia of occupacional health and safety.
– Cuando la ventilación sea natural se propone un cálculo preciso de los caudales de ventilación requeridos para cada estancia por separado.