Reutilizar aguas residuales procedentes de una depuradora con un enfoque novedoso para luchar contra los incendios. Este es el objetivo que persigue el Proyecto Guardian: mejorar la preparación y la resilencia al fuego en la zona boscosa que comparten el Parque Natural del Túria y La Vallesa utilizando agua regenerada, pero evitando el crecimiento descontrolado de la vegetación para que no se convierta en un polvorín.
La iniciativa, liderada por el Ayuntamiento de Riba-roja y que se ha preparado conjuntamente con el Consistorio de Paterna y otros seis socios, —Hidraqua, Medi XXI, Parque Natural del Río Túria, Universidad de Valencia, Universidad Politécnica de Valencia y Cetaqua—, se ha presentado a la III convocatoria de las UIA (Urban Innovate Actions) que cuenta con fondos Feder para apoyar medidas innovadoras en el ámbito del desarrollo urbano sostenible. El proyecto, que ya ha superado la primera criba europea, espera ser seleccionado el próximo mes de octubre para obtener el 80% del presupuesto (asciende a 5,5 millones y el 20% del importe lo asumirán los socios).
Controlar el riego con sensores
“El agua reutilizada se va a usar para apagar los incendios pero de una manera muy innovadora. Como medida preventiva, regar las zonas para que estén húmedas es efectivo pero tiene un efecto perverso porque alimentas el combustible; el riego lo que hace es desarrollar más las plantas que es el combustible para el fuego y te obliga a realizar después un trabajo de mantenimiento para que la vegetación no se convierta en un polvorín”, explica el gerente de Hidraqua, Massimo Marras. La alternativa que quieren aplicar consiste en controlar este riego, —no hacerlo de manera indiscriminada en las zonas para proteger—, aplicando sensores que medirán la cantidad de agua que hay que utilizar y otras variables como, por ejemplo, cuántas veces al día, de tal manera que permita que la vegetación esté hidratada y acondicionada en caso de un incendio, y que no crezca de forma desmesurada.
Las áreas urbanas de Riba-roja y Paterna comparten la zona forestal de La Vallesa y el Parque Natural del Río Túria. Debido a su alto nivel de antropización, y a la integración dentro de la estructura urbana, están sujetas a un alto riesgo de incendio con posibles consecuencias en pérdidas humanas y daños materiales.
La ejecución del proyecto para proteger el enclave natural y las zonas residenciales es de tres años de duración, comenzará en marzo de 2019 y en la primera fase se hará un trabajo de campo y mediciones para regular el riego a través de la red de sensores, que determinará el agua que es necesaria aportar para que la vegetación esté húmeda. Con el uso de cañones y un difusor se lanzará el agua pulverizada en la zona donde se registra la mayor amenaza.
Eliminación de contaminantes con Proyecto Guardian
La iniciativa de Proyecto Guardian contempla, además, un tratamiento innovador ya que se eliminarán contaminantes de las aguas para que no dañe la vegetación. Según Marras, el agua de la depuradora tiene un contaminante que impide su reutilización para el riego, tal y como marca la normativa, y se han desarrollado unos sistemas que permiten su eliminación en los procesos de depuración para que pueda reutilizarse. “Esta tecnología para eliminar plaguicidas, que se espera que sea efectiva, daría pistas a otras depuradoras porque es un problema que existe en muchas”, añade.
Este sistema pionero irá acompañado por otra línea de trabajo como es la creación de barreras verdes. Según el gerente de Hidraqua, en las zonas donde hay riesgo de incendio se colocarán alfombras de vegetación. Sin alterar el ecosistema, esto ralentizará el fuego. Se regarán estas plantas autóctonas más resistentes y no el pino. Este, abundante en el área, es una especie que tiene mal comportamiento ante el fuego porque no almacena mucha agua.
Además, el proyecto contempla la formación e información a la población para incrementar el nivel de autodefensa. Para ello, se realizarán mapas de riego individualizado con el objetivo de que cada vecino conozca el riego asociado a su propiedad; y formación, para que tomen medidas encaminadas a su reducción. También se prevé la realización de cursos, talleres, simulacros y la elaboración de guías sobre jardines resistentes al fuego.