La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que el combustible diesel «tiene los días contados». Así lo ha explicado este miércoles, diciendo que «durará más, durará menos, pero sabemos que su impacto en partículas y el que respiramos es suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida«. En declaraciones a los medios desde el Congreso, la ministra ha añadido que «es evidente» que hay que acompañar el proceso de transición con «facilidades» que permitan cambiar los vehículos privados de los ciudadanos si no tienen otra opción que desplazarse con ellos en áreas urbanas.
Por otra parte, consideró «muy razonable y muy normal» que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se plantee medidas para restringir el tráfico por el centro de la capital española. «Estamos asistiendo a un cambio importantísimo de patrones de movilidad tanto en ‘megaurbes’ de América Latina como en grandes urbes europeas».
Sobre si el ministerio tiene previstas medidas concretas, Ribera ha dicho que todavía no. Eso sí, añadió, estas no sólo deben ser de ámbito local sino también a nivel del Gobierno, especialmente fiscales y regulatorias. Y con ellas determinar cómo acompaña las grandes ciudades en el proceso de cambio en la movilidad. Por otra parte, para los compradores que acaban de adquirir un vehículo diesel cree que «en gran medida conocen las consecuencias en la calidad del aire» y que «comprar un coche de una categoría u otra no está reflejando el coste real del impacto que tiene este coche».
«No se puede culpabilizar al comprador», agregó Ribera. La ministra ha apostado por introducir «señales de mercado y fiscales que nos permite discriminar de una manera intuitiva sin hacer un análisis profundísimo sobre qué significa cada una de las opciones de compra». Por último, no quiso pronunciarse sobre una posible equiparación del litro de gasóleo con el de gasolina. Y para ello se remitió a la ministra de Hacienda porque se trata de una medida fiscal. Món Planeta