Entre las islas Baleares y la costa que va desde Girona hasta Alicante estas especies de cetáceos cuentan con una área marina protegida. Con esta figura el Gobierno establece una serie de medidas para que la protección sea efectiva. Entre ellas, un plan para reducir el ruido marino, o la prohibición de nuevas prospecciones de hidrocarburos.
El área que ahora queda protegida es una franja continua de aguas marítimas de 46.385 kilómetros cuadrados de superficie y unos 85 kilómetros de anchura media. Esta discurre entre el archipiélago balear y la costa catalana y valenciana. El Gobierno destaca que estas aguas presentan un gran valor ecológico y constituyen un corredor de migración de cetáceos de vital importancia para la supervivencia de los cetáceos en el Mediterráneo Occidental.
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El objetivo que se han marcado desde el Ministerio de Medioambiente es proteger de los efectos que se asocian al ruido submarino a la gran diversidad de especies de cetáceos y tortugas marinas que usan la zona. Para estas especies se trata de un paso migratorio hacia sus áreas de cría y alimentación en el norte del Mediterráneo.
Así se aprueba la aplicación de un régimen de protección preventiva para garantizar que no existe una merma del estado de conservación de la fauna marina. Con él se establece la prohibición de usar sistemas activos destinados a la investigación geológica subterránea —tanto por medio de sondas, aire comprimido o explosiones controladas como por medio de perforación subterránea— y también la de cualquier tipo de actividad extractiva de hidrocarburos. La excepción será aquellas relacionadas con permisos de investigación o explotación en vigor.
De esta manera, el Ministerio presume de que España se acerca al 13% de sus aguas marítimas protegidas. Esta cifra, recuerdan, se pone por encima del objetivo fijado en las llamadas Metas de Aichi del Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica. En ellas se establece que en 2020 al menos el 10% de las zonas marinas y costeras deben estar protegidas. “Esto nos sitúa como uno de los países mediterráneos con más superficie marina protegida”, apunta la ministra Teresa Ribera.
![Los avistamientos en la Comunitat Valenciana han encontrado más de 600 ejemplares de cetáceos en tres días.](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2018/07/mular_Columbretes-1024x683.jpg)
En la Comunitat Valenciana una campaña de observación aérea de estas especies confirma la ocupación que tiene este corredor. En la cuarta edición de este proyecto se han avistado más de 650 ejemplares en tres días. Durante la duración de este programa se recorrieron más 1.930 kilómetros en los que hubo 79 avistamientos.
En concreto, se han avistado 506 ejemplares de delfín listado (Stenella coeruleoalba), 22 ejemplares de delfín mular (Tursiops truncaels tus), 72 ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta), 4 ejemplares de rorcual común (Balaenoptera physalus), 23 ejemplares de calderón gris (Grampus griseus), 33 ejemplares de calderón negro (Globicephala melas), un cachalote (Physeter macrocephalus), así como otras especies marinas habituales en el litoral, como mantas, peces luna, atunes y peces espada.
El colectivo pesquero de la Comunitat Valenciana se ha implicado también en esta campaña. Lo hacen mediante el establecimiento de una red de avistamientos de cetáceos. Estos son comunicados a la administración autonómica, junto con su posicionamiento y si es posible una fotografía o vídeo. Además, se ha diseñado un sistema para que avisen de las incidencias entre los cetáceos y las artes de pesca. El objetivo es cuantificar su incidencia y establecer medidas preventivas.