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Principios de RSC (3): Causas históricas de la Responsabilidad Social Corporativa

Una de las áreas que trabaja la RSC es la protección medioambiental.

Como cualquier fenómeno social, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tiene ante todo causas históricas, las cuales se pueden remontar a los orígenes del hombre y la sociedad, cuando la propia organización social y del Estado se impuso en defensa de la misma supervivencia humana.

Filantropía y caridad

El espíritu filantrópico, que es el antecedente más próximo de la RSC en su concepción moderna, se ha manifestado también desde tiempos inmemoriales, según lo demuestra la caridad proclamada por el cristianismo desde hace más de veinte siglos al sentar las bases de la cultura occidental.

La filantropía, por cierto, ha sido común entre empresarios cristianos, influidos especialmente por la Doctrina Social de la Iglesia Católica, cuyos orígenes se remontan a fines del siglo XIX.

Economía Social de Mercado

Sin embargo, la auténtica RSC, que trasciende -como ya sabemos- a la filantropía, nació a mediados del siglo pasado, después de la Segunda Guerra Mundial, y prueba de ello es la formulación de la Economía Social de Mercado en países como Alemania bajo la orientación de Konrad Adenauer.

Globalización y apertura

Pero, su gran desarrollo se ha presentado durante las últimas décadas, desde los años ochenta, en forma simultánea al avance incontenible de la globalización y la adopción de los modelos de apertura económica, con mayor razón ante las crisis financieras desatadas a lo largo y ancho del planeta, que se presentan cada vez con mayor regularidad y siempre con graves consecuencias sociales.

El colapso bursátil

En efecto, tiende a aceptarse que el actual boom de la RSC estalló debido al colapso bursátil internacional que provocaron los escándalos corporativos por fallas contables en firmas como Enron y Parmalat, donde se puso en evidencia la ausencia de responsabilidad social empresarial, sin la cual es de esperar que no haya la confianza necesaria para invertir (el impacto de tales abusos fue aún mayor en los mercados que el generado después por los ataques terroristas contra las Torres Gemelas en Nueva York).

Capitalismo de casino

La RSC se enmarca, pues, en plena globalización, en el auge de la economía global, cuyos efectos no solo han sido positivos sino también negativos, según lo comprobamos a diario: el culto al libre mercado desató la más feroz competencia, con el egoísmo empresarial a cuestas, que permite hablar, sin exageración, de un capitalismo salvaje; esto ha ampliado la brecha entre países ricos y pobres o al interior de los países por la concentración de la riqueza y la creciente desigualdad social, al tiempo que el modelo en marcha tiende a ser excluyente, favoreciendo a unos pocos mientras la inmensa mayoría permanece al margen de sus enormes beneficios.

Enfrentamos -al decir de Hans Küng- un capitalismo de casino, donde la especulación hace de las suyas, al margen de la producción real y, lo que es peor, al margen de la ética, de valores universales como la justicia y la solidaridad, en medio de la idolatría al mercado y al crecimiento económico sin importar que esté concentrado en pocas manos y no se extienda, como debería ser en un desarrollo integral, a áreas como la educación y la salud, o sea, hacia el desarrollo social.

(Próxima entrega: De la crisis mundial al capitalismo social)

 

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