La tala de árboles en la zona y la degradación de los bosques está produciendo unas emisiones mucho más elevadas de lo que se había creído hasta ahora, según un nuevo método de seguimiento desarrollado recientemente. Según este trabajo la deforestación en las sabanas del continente africano está causando, al menos, tres veces más emisiones de dióxido de carbono.
La investigación se ha centrado en el impacto de las actividades humanas en uno de los ecosistemas más grandes del mundo, los bosques de Miombo. Estos ocupan aproximadamente 2,5 millones de kilómetros cuadrados repartidos entre Angola, Zambia, Tanzania y Mozambique. Por suerte, el mismo estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia) y cuyos resultados han sido publicados en la revista Nature Communications, también afirma que el crecimiento de los árboles en áreas más remotas de la región, que no están sometidas a la explotación humana, están capturando una parte de estas emisiones. Esto abriría la puerta a una futura recuperación de la función ecológica de estos bosques si se toman las medidas adecuadas.
El trabajo de la universidad escocesa es el primero que ha puesto sobre la mesa un análisis en profundidad de las áreas que ganan carbono en forma de árboles a la vez que lo pierden debido a la degradación, provocada tanto por la tala como por los incendios. Hasta ahora, los científicos no habían encontrado la manera de medir el alcance de estos procesos en un área geográfica tan grande. La degradación de los bosques es especialmente difícil de medir porque, en las imágenes por satélite, la degradación de los árboles puede no aparecer claramente.
Los datos del estudio, sin embargo, demuestran que este proceso emite aproximadamente el doble de carbono a la atmósfera que la deforestación. Estas pérdidas de vegetación son muy habituales en torno a las ciudades y las carreteras. Cuando se combinan, las emisiones son entre tres y seis veces más altas de lo que se había pensado hasta ahora, según afirman los responsables de este investigación.
Causas para la degradación de las sabanas
La principal causa de la degradación de los bosques es proveer combustible para cocinar y para calefacción, especialmente en forma de carbón vegetal. Las masas forestales son el origen de aproximadamente el 80% de la energía que se utiliza en la región. De hecho, la tala de árboles para estos usos no está regulada, lo que hace que se lleve a cabo en exceso. El aumento de las emisiones por razones que hasta ahora no se habían tenido en cuenta pueden tener relación con el desplazamiento de las poblaciones humanas hacia las ciudades. Otro factor que también podría tener relación con la reducción del número de elefantes y con el crecimiento de las plantas, causado por el aumento del dióxido de carbono a la atmósfera.
A pesar de estos datos, que los mismos autores del estudio consideran «alarmantes», también creen que hay razones para ser optimistas. Tal y como han podido observar, en las regiones más apartadas de las actividades humanas los árboles están capturando más dióxido de carbono que antes. Por tanto, si se protegieran más tierras o su uso se hiciera de una manera más sostenible, los bosques y su función ecológica de retirada de carbono de la atmósfera se podrían recuperar de un modo «relativamente rápida». Gracias al método que han desarrollado, además, los países de la región cuentan con una herramienta que hace mucho más fácil y barato el control de sus recursos naturales y la toma de decisiones para protegerlos. Món Planeta