Los fenómenos climatológicos extremos se producen de forma más frecuente y con consecuencias más graves en los últimos años. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Yale estima que el coste de las inundaciones costeras en Europa podría alcanzar el billón de dólares anuales en el año 2100.
En las últimas fechas hemos visto los efectos devastadores de un tsunami en la República de Indonesia, país insular ubicado entre el Sudeste Asiático y Oceanía. Este país comprende la friolera cifra de 17.508 islas y más de 255 millones de personas, por lo cual es el cuarto país más poblado del mundo.
Un terremoto de magnitud 7,5 sacudió la isla de Sulawesi desató olas de tres metros y dejó atrapadas a grupos de personas en la costa, al parecer, sin una aviso previo por parte de las autoridades. El vídeo de una persona avisando del tsunami a viva voz es espeluznante:
La polémica
Indonesia dispone de un sistema de alerta basado en una red de 134 estaciones de medición de mareas y sismógrafos terrestres. Las advertencias del sistema son transmitidas por sirenas y mensajes de texto. Los indonesios denunciaron en redes sociales que la Agencia meteorológica y geofísica del país canceló la alerta de tsunami demasiado pronto.
El director de la Agencia, calificó las acusaciones de «incorrectas» argumentando que sus sistema se basa en el “sistema informático/inteligencia artificial”.
Sin embargo, otras informaciones apuntan que la falta de mantenimiento de las boyas de alerta de tsunami, unido a una mala calibración y la falta de boyas en algunos puntos provocó el fallo de la alerta de tsunami, además que parece que el envío de alertas por mensajería móvil y sirenas no funcionó en todos los puntos.
Soluciones que aporta la Inteligencia Artificial
Confirme se va expandiendo el conocimiento de la inteligencia artificial en diferentes campos, vemos el gran adelanto para el ser humano que puede
Google está trabajando en la mejora de la capacidad de pronóstico de eventos de inundación a partir de datos de topografía, niveles en los ríos y datos de eventos históricos, haciendo la información pública mediante su herramienta Google Public Alerts, mejorando con ello la capacidad de respuesta ciudadana ante los mismos.


En paralelo Microsoft utiliza su Inteligencia Artificial para generar mapas de la superficie terrestre de muy alta resolución procesando gran cantidad de información e imágenes aéreas en poco tiempo, lo que permite actualizaciones dinámicas), proporcionando así la base para estudios de detalle de grandes cuencas (a un precio asequible a cualquier interesado.
Conclusión
Los sistemas informáticos, sean de inteligencia artificial o no, requieren de una serie de datos de entrada fiables para que los resultados de los mismos tengan sentido. En el caso de Indonesia está claro que algo falló, y se debería estudiar en profundidad cuáles han sido los fallos en cadena.
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