El comerciante más grande del mundo de aceite de palma, Wilmar International, ha anunciado este lunes un plan de acción para mapear y monitorear todos sus proveedores. Cuando se implemente, el gigante del aceite de palma que controla el 40% del mercado mundial, estará un paso más cerca de eliminar la deforestación en su cadena de suministro.
Con ello se espera que tenga un gran impacto en el resto de la industria. Esta medida ha sido anunciada tras una gran campaña encabezada por Greenpeace. La organización ha presentado 1,3 millones de firmas para poner fin a la destrucción de las masas forestales del mundo por dar lugar a plantaciones de palma.
Durante los últimos tres meses, activistas de la ONG ecologista han ocupado una refinería de la empresa en Indonesia. Además, han abordado dos buques cisterna que transportaban aceite de palma y productos derivados. La organización ha llevado a las oficinas centrales de Mondelez —uno de los principales clientes de Wilmar— escenas de destrucción de las selvas del país asiático.
Según Kiki Taufic, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace en el Sudeste Asiático, Wilmar «suministra aceite de palma en la mayoría de las principales marcas de alimentos y cosméticos del mundo, o sea que el anuncio es un gran avance potencial . Si Wilmar cumple su palabra, a finales de 2019 estará utilizando satélites para monitorizar todos sus proveedores de aceite de palma. Lo que hará casi imposible que continúen deforestando la selva».
El compromiso del cambio
Los ecologistas han anunciado que paralizan su campaña para dar tiempo a Wilmar a poner en marcha su plan. Aunque añadieron que velarán para que las intenciones que han anunciado se cumplan. Según afirmaron desde Wilmar, la empresa mapeará todas las concesiones forestales de sus proveedores antes de finales de 2019 y verificará que no haya deforestación. En caso de que se descubran que continúan destruyendo selvas tropicales, serán suspendidas inmediatamente.
La desaparición de los bosques para producir materias primas está impulsando una crisis climática y de extinción de especies muy grave. La comunidad científica advierte que, si se quiere mantener el calentamiento global por debajo de 1,5ºC, hay que parar la deforestación y empezar a restaurar los bosques perdidos.
Un aceite de palma limpio de problemas
Las grandes marcas de alimentación y los comerciantes de aceite de palma se comprometieron a limpiar sus cadenas de suministro en 2020. Pero la falta de mapas de las plantaciones y concesiones hace que, a menos de cuatrocientos días para el fin de este plazo, el compromiso aún no se haya comenzado a cumplir.
El anuncio de Wilmar, según Greenpeace, envía un mensaje claro al resto del sector, que también obtiene su aceite de palma a partir de la destrucción de selvas tropicales. «Ante la crisis climática y la rápida extinción de la biodiversidad, la inacción no puede ser una opción», dijo Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace España. «Wilmar ha dado un paso importante y debe aplicar su plan de acción inmediato. Detener la deforestación requiere una acción decidida de toda la industria. Otros comerciantes de aceite de palma y las grandes marcas comerciales deben seguir el camino y empezar a mapear y monitorear todos sus proveedores. Igualmente importante es la acción para poner fin a la explotación y los abusos contra los derechos humanos en el sector del aceite de palma». Món Planeta
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