Navidad. Días de fiestas, regalos y plásticos. Envoltorios que acaban en menos de un minuto en la basura. ¿Se puede plantear una celebración sostenible? El experto en medioambiente José Luis Gallego propone diez consejos a la multinacional Unilever para concienciar de lo que podemos hacer.
Apostar por árboles de Navidad naturales, prescindir de los juguetes de plástico y reaprovechar las sobras. Estas son solo tres de las ideas que aporta Gallego para cuidar nuestro entorno. Una necesidad básica puesto que con 126 toneladas al día, España es el segundo país de Europa que más plásticos vierte al mar Mediterráneo. En esta lista solo nos supera Turquía, según un estudio elaborado por WWF. Este material, tan relacionado a los envoltorios de los regalos y a los utensilios de un solo uso, satura el contenedor amarillo los días de Navidad y de Reyes cuando lo usamos sin moderación.
Si repasamos más datos, según AECOC, el 42% del desperdicio de alimentos se produce en los hogares de los consumidores. Y es en estas fechas precisamente cuando se incrementan las reuniones familiares en las que la convención de tener abundante comida puede acabar con más alimentos desechados de los que sería deseable. Planificar, reaprovechar y racionar son tres buenos acciones para tener en cuenta a la hora de evitar derrochar alimentos.
Una guía práctica
Es por eso que la multinacional promociona una Guía práctica para reducir los desperdicios alimentarios. Esta permite a los consumidores reducir el impacto ambiental, optimizar los recursos naturales y planificar las compras que se hacen estos días.
La Navidad es tiempo para compartir y para disfrutar de la familia y los amigos, y uno de los momentos más especiales del año para los niños. A su vez, las fechas navideñas son una de las principales épocas del año en cuanto al uso de plásticos y en el consumo de alimentos. En este contexto, Unilever y el experto en medio ambiente José Luis Gallego han elaborado el Decálogo para disfrutar de una Navidad sostenible y libre de plástico, siendo solidarios con el planeta.
Los consejos para unas fiestas sostenibles
1. El árbol, mejor natural: Su consumo es más ecológico que la compra de árboles de plástico, porque con ellos se apoya una industria forestal sostenible y se fomenta la economía rural. Además, los abetos actúan como consumidores de CO2 mientras están en las fincas de cultivo. Eso sí, no olvides de depositarlos en los puntos de recogida habilitados cuando terminen las fiestas.
2. Regalos solidarios: La solidaridad y la fraternidad entre seres humanos son dos de los valores navideños que hay que rescatar. Estas fiestas también podemos regalar productos solidarios de las ONG que trabajan en el tercer mundo: prendas naturales, adornos personales, moda étnica, objetos reciclados. Ayudar a las organizaciones humanitarias que trabajan a favor del medio ambiente y ayudan a las comunidades locales es una buena manera de recuperar ese espíritu.
3. Sé listo y hazte la lista: Un método tan sencillo como acudir a la tienda con una lista previa es una opción imprescindible para evitar el derroche. Especialmente, en vísperas de Navidad, cuando es más frecuente comprar por impulso. Además, practicando un consumo razonable contribuimos de manera directa a recortar la generación de residuos de envases y envoltorios de plástico durante las fiestas.
No todo es plástico
4. Juguetes sin plástico: Marionetas, rompecabezas, trenes de madera, construcciones… Desde hace unos años, y para atender a un tipo de consumidor cada vez más concienciado con la ecología, están reapareciendo los juguetes tradicionales elaborados con madera, tela o cartón. Son una gran alternativa a los juguetes de plástico, que invaden el mercado por estas fechas. Estos normalmente requieren el consumo de pilas y baterías, cuyo vertido incontrolado causa un grave impacto en el medioambiente.
5. Evita los cubiertos de usar y tirar: Cubiertos y vasos de plástico, servilletas y manteles de papel con motivos navideños. Sabemos que son una tentación, pero a su vez generan buena parte del aumento de residuos asociados a la Navidad. La Unión Europea prohibirá a partir de 2021 los utensilios de plástico de un solo uso; avánzate a la normativa y no te quedes atrás.
6. Con la cesta a todas partes: La bolsa de plástico es uno de los productos que mejor ejemplifica la cultura de usar y tirar. Si vas a hacer la compra para estas fiestas llévate una cesta, capazo, bolsa de tela o de rafia. También puedes recurrir al clásico carrito de la compra y, si acudes a un hipermercado en coche, coloca unas cajas en el maletero: son la mejor opción para llevar la compra ordenada y protegida.
7. Dale un segundo uso: Tras el intercambio de regalos de Navidad el salón de casa suele quedar lleno de todo tipo de bolsas vacías. Reutilízalas tantas veces como puedas y, cuando no vayas a usarlas más, utiliza las de plástico como bolsas de basura para los envases que van al contenedor amarillo. Es ahí donde va también el poliestireno expandido (conocido como porexpan) que protegen los electrodomésticos o las ventanillas de plástico de las cajas de juguetes.
¿Y con la comida?
8. Grandes recetas a base de sobras: Son muchas las sobras de alimentos que se generan durante los encuentros navideños. Sácale partido a los alimentos que se quedan en la mesa y prepara nuevas recetas. Aquí, la empresa propone una Guía práctica para reducir los desperdicios alimentarios en los hogares. Contribuirás al medio ambiente y también a la economía familiar.
9. No te angusties, puedes repetir: Es mejor que sobre comida en la cazuela que en el plato. Ajusta tus recetas al número de comensales y sirve raciones moderadas. Piensa, además, que tiene que quedar un poco de espacio para los turrones, los barquillos y el roscón de reyes. Por ello es mejor no llenarse el plato demasiado y, en todo caso, siempre está la opción de repetir.
10. Si comes fuera: Si eres de los que celebran la Navidad en un restaurante, elige con moderación y no tengas reparo en pedir las sobras para llevar a casa. Con ello contribuirás a reducir el desperdicio alimentario. Y, además, te ahorrarás tener que preparar la cena cuando llegues a casa.