«El objetivo es conseguir paisajes resilientes al fuego para evitar lo que le ha sucedido al precioso paraje del Parque Natural del Montgó», explica Oriol Vilalta. Con esa idea como ejemplo, este bombero presenta la primera plataforma mundial que aglutina a miles de expertos del fuego para luchar contra los incendios forestales. Una iniciativa creada mediante la Fundación Pau Costa con la que se incorpora a la Red Impulsores del Cambio.
La zona que describe, situada entre las alicantinas Xàbia y Dénia, «ya ha sufrido tres incendios en cinco años». El último, prosigue, fue el pasado mes de julio cuando se calcinaron seis hectáreas de masa forestal. «Nuestro reto es que la población civil sepa cómo protegerse en caso de incendio forestal», destaca Vilalta. Para lograrlo, «necesitamos que la sociedad vuelva a tener esa cultura del riesgo que hemos perdido al abandonar el campo», considera.
El propósito de Oriol Vilalta es «reinventar la prevención de incendios». Según su planteamiento, hay que «pasar de la prevención clásica, que cada año necesita de fondos públicos, a crear estructuras económicas en las zonas rurales». De esta forma, se generaría una actividad que, «como resultado, mejoraría la prevención de incendios».
Proyecto Rebaños de fuego
La forma que ha encontrado Vilalta para impulsarlo son los Rebaños de fuego. Con este nombre surge un proyecto que promueve la ganadería extensiva en áreas estratégicas para la prevención de incendios. Así los rebaños de ovejas o cabras se alimentarían de la masa forestal. Con eso se consigue que, en caso de incendio, haya menos carga de combustible en estas zonas. Tan sencillo como que los animales se habrían comido la vegetación que más fácilmente arde.
La siguiente fase del proyecto es que los productos derivados de esta ganadería se comercializarían con la marca Rebaños de fuego. «Consumiendo estos quesos y yogures todos podemos contribuir a luchar contra los incendios», apunta Oriol Vilalta.
Propuestas como estas surgen en un contexto donde cada vez hay más incendios. Su número ha ido aumentando en España durante las últimas tres décadas. La situación se complica cuando cada territorio ha evolucionado en sus estructuras de emergencia en relación a sus respectivos incendios. Por eso, no existe coordinación ni intercambio de recursos entre diferentes comunidades autónomas a la hora de combatir un incendio.
Un problema, diferentes soluciones
Este problema no se da solo en España. «La Fundación Pau Costa surgió porque otros compañeros —bomberos y personal de emergencias— y yo nos dimos cuenta de que en diferentes países de Europa la problemática con los incendios forestales era la misma», denuncia Oriol Vilalta. Por eso lamenta que «se trabajaba de forma aislada, sin conectar el conocimiento y la experiencia de cada territorio».
Con la Fundación Pau Costa, creada en 2011, ha impulsado la primera comunidad forestal a nivel internacional. Esta red conecta a cuerpos de extinción, grupos de investigación, Administración pública, empresa privada y sociedad civil para luchar de forma conjunta contra los incendios forestales. Un drama que solo en los dos últimos dos años ha provocado más de doscientas víctimas mortales en Europa. En la plataforma se comparte información y experiencias en gestión de incendios. Esto, a su vez, sirve de instrumento de investigación y difusión en torno al tratamiento del fuego.
Sistemas de mando integral contra los incendios
Entre los propósitos de la Fundación Pau Costa está ayudar a la Administración a disponer de sistemas de mando integral y de un sistema de certificación de las competencias profesionales. La idea es que una persona de un territorio pueda ayudar a una organización de otro territorio.
Así, como señala Vilalta, la fundación trabaja en torno a tres ejes. El primero, mejorar la prevención. Con el segundo pretenden mejorar los sistemas de extinción. Para ello lanzan programas de capacitación, que ya han formado a más de mil quinientos profesionales a nivel internacional. Además, mejoran los sistemas de gestión de emergencias para que dos territorios muy distintos se puedan ayudar ante grandes incendios. El tercer punto es trabajar para que la sociedad vuelva a tener una cultura del riesgo.
El sexto impulsor del cambio
La Fundación Pau Costa tomó su nombre como homenaje a un amigo bombero de Vilalta que falleció en un incendio en Tarragona en 2009. Ahora se convierte en la sexta incorporación a la Red Impulsores del Cambio. Gracias a esta iniciativa —promovida por Hidraqua, Fundación Aquae y Ashoka, entre otras organizaciones—, busca que durante este año y el próximo se desarrollen programas de concienciación y prevención de incendios.
Oriol Vilalta ya ha comenzado junto con estas entidades a planificar los proyectos que anunciará próximamente. De esta forma, su elección como emprendedor social de RIC ofrecerá benéficos directos a la Comunidad Valenciana. Una región donde el pasado agosto se calcinaron más de tres mil hectáreas solo en la comarca de la Vall d’Albaida, el peor incendio de esta comunidad en un lustro.
Cada emprendedor social de RIC abarca uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas. Vicente Zapata aporta un innovador modelo de inserción socio-laboral en Barrios por el Empleo: Juntos más Fuertes. Luz Rello ha creado DytectiveU, la primera herramienta online para combatir la dislexia (ODS 4: educación de calidad). Camilo Herrera inventó un modelo participativo de instalación de postes de luz e internet (ODS 7, centrado en energía asequible y no contaminante). Pedro Medrano, fundó Montes de Socios para promover las Juntas Gestoras, un sistema para administrar montes de propiedad compartida (ODS 15). Y, por último, Víctor Durán con Vigilantes del Lago quiere proteger los lagos como principal fuente de agua dulce del mundo (ODS 6: agua limpia y saneamiento para todos).