Torrent se está convirtiendo en un referente en smart city. Un objetivo que, según explica el concejal de Gestión de Recursos y Modernización, Andrés Campos, forma parte “de nuestra estrategia DUSI y hay muchos proyectos en marcha”. Tras la implantación al 100% de la administración electrónica se aprobó el plan director de smart city que ha permitido, entre otras actuaciones, llevar a cabo un proyecto pionero en Europa. Se trata de la implantación de sensores en todo el término forestal para la prevención de incendios.
La iniciativa cubre trescientas cincuenta hectáreas de zona boscosa, además de los barrancos donde “es muy fácil que se propague el fuego”, cuenta con estaciones meteorológicas y cámaras de videovigilancia activándose, en caso de ser necesario, los sistemas de cañones de agua. El proyecto recoge importantes datos de medición, se puede predecir la dirección del fuego y la información es accesible para los vecinos a través de la página web del Ayuntamiento.
Con un presupuesto de once millones
Esta línea de actuación es una de la muchas que recoge la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) de Torrent, que cuenta con más de once millones de euros, cofinanciados al 50% por fondos FEDER y el Ayuntamiento. Una estrategia en la que están muy avanzados trabajando en “la transformación integral” del municipio, que se convierta en “una ciudad de valor añadido, con una capacidad de información importante, una transformación urbanística que tienda a mejorar la movilidad y a reducir el impacto del tráfico para que la imagen sea cada vez más amable”, destaca el concejal.
La implantación de sensores para medir la calidad del aire, el ruido, el flujo de personas y vehículos y el control de riego son solo algunos de los proyectos. Destaca también una nueva aplicación de rutas saludables para mejorar la calidad vida de los ciudadanos ya que permitirá conocer en qué zonas hay más sombra, menos ruido o contaminación atmosférica cuando quieran pasear o ir en bicicleta.
Pasos de cebra sensorizados
La estrategia incluye el diseño rutas seguras para que los escolares recorran a pie el camino de ida y vuelta al colegio, fomentando la sostenibilidad al reducir el impacto de los vehículos para desplazamientos, con pasos de cebra sensorizados donde se prioriza al peatón. En los propios centros educativos hay otro proyecto para que sean inteligentes y sus calderas se renovarán para reducir la carga de CO2. Unas emisiones que ya han disminuido significativamente con el cambio de las iluminarias públicas del municipio por sistemas de Led.
La movilidad es otro de los puntos fuertes, y se cuenta con “un plan para la implantación de ciclomovilidad”, comenta Campos, quien puntualiza que la transformación de Torrent es desde todos los aspectos, es decir, urbanística, de smart city pero también desde el punto de vista de desarrollo económico de la ciudad, fomento de empleo e inclusión social. Un ejemplo es el programa contra la pobreza energética.
Según cuenta, “el Ayuntamiento paga facturas, pero nunca analizamos cómo están los contratos y las instalaciones de los vecinos que no pueden asumir este gasto. Se trata de formar a trabajadores sociales y crear equipos multidisciplinares para que estudien estos contratos, -saber si el ciudadano tiene contratada la capacidad que necesita o si está muy por encima-, y analicen las instalaciones porque a veces son muy antiguas, tienen pérdidas y costes altos; con una pequeña inversión conseguiríamos abaratarlos”.