Este lunes se ha conmemorado el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2 o también llamado Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre. Un fecha clave designada por la ONU para tomar decisiones en pro del cuidado de nuestro planeta y crear conciencia y sensibilizar a la población. ¿En qué punto estamos?, ¿hacia dónde nos dirigimos?, ¿se están tomando suficientes medidas? “A nivel mundial estamos en un crecimiento exponencial de las emisiones”, afirma Ignacio Aldea, profesor del Máster en Energías Renovables de la Universidad Europea de Canarias.
La demanda de energía es superior al aumento en renovables y eficiencia energética. Con una población mundial que ha superado los 7.500 millones de personas se espera que en 2050 alcancemos los diez mil millones y consumirán energía.
El foco está puesto en el año 2030. Europa, que está en el camino de un decremento frente a las emisiones de los años 90, ha fijado tres líneas de trabajo: la reducción en un 40% de emisiones de gases de efecto invernadero, una cuota del 27% de eficiencia energética, y la penetración de renovables en su conjunto del 32%.
España emite más, Alemania menos
Según el profesor, “España tiene un camino en línea con Europa, pero se observan diferencias según países. No es lo mismo Francia, que Austria, Italia o Alemania. Este último ha decrementado sus emisiones, su huella de carbono, en un 5%, mientras España está aumentando un 0,5%”.
En el caso de Alemania —explica— se han tomado dos decisiones “muy importantes y dramáticas” para lograr este decrecimiento. La primera ha sido el cierre de sus centrales nucleares y la segunda es una penetración en energía renovable hacia el 50% en total. “El autoconsumo tiene balance neto, puedes colocar placas fotovoltaicas en la vivienda, verter a red y tener balance entre lo que consumes y lo que viertes. Esta ha sido la política de Alemania, que le está lastrando económicamente un poco porque el apagar las centrales nucleares toda la potencia de megavatios la tienen que seguir cubriendo con sus centrales de combustible fósil, pero el camino que ha trazado es el que tenemos que pasar, sin duda alguna”, apunta.
Y España, ¿cumplirá con los objetivos europeos? A su juicio, en energía renovable será complicado aunque “está en línea”. El problema es que se registran, una vez más, diferencias según zonas españolas. “Algunas no lo van a cumplir y otras están en vías de hacerlo”, señala Aldea, quien añade que influirán factores como la población, el modelo económico y de movilidad, las fuentes de energía eléctrica o el turismo. En cualquier caso, “tenemos la fortuna de contar con fuentes de energía renovables, la hidráulica, la eólica y la fotovoltaica, y podemos ir en línea de cumplir estos objetivos del año 2030. Pero hacen faltan políticas más contundentes en relación, por ejemplo, con el autoconsumo”.
Movilidad y la futura ley
La movilidad es, sin duda, determinante en la emisión de CO2. La UE pretende reducir las emisiones para ciertos transportes pesados en un 30% en 2030, además de los programas de movilidad que se están aplicando en las grandes ciudades para combatir la contaminación. “No podemos ir en coche a todas partes”, insiste el profesor. De ahí la importancia de apostar por el transporte público o, por ejemplo, el privado compartido. Incluso una mezcla de ambos, según el destino.
“La movilidad está ligada a nuestro modelo sostenible, y empieza por cada uno de nosotros. El problema es que hablamos de China, de Alemania y de diferentes gobiernos y no lo hacemos sobre nosotros. En este aspecto, cada uno tendría que conocer lo que yo llamo el trío del CO2, calcular nuestra huella de carbono, cómo reducir y compensar”.
Respecto a la ley que prepara el Ministerio para la Transición Ecológica, Aldea afirma que será “descafeinada si no se aplica realmente en su totalidad”. Es decir, “quitar el impuesto al sol, que nunca se llegó a aplicar, está bien pero si la ley dice que el autoconsumo tiene que verter a red y realmente las compañías eléctricas no van a ir a esta política, que quiere el Ministerio de balance neto, no se logrará la potenciación necesaria del autoconsumo, que es una medida que puede cambiar nuestra foto de consumo eléctrico”. A su juicio, “el camino es correcto, lo que hace falta es aplicar políticas conjuntas y no quedarnos solo en un real decreto, que está bien, que era necesario, sino que hay que seguir trabajando”.