Los aislantes térmicos reflexivos son una buena alternativa para obtener un buen aislamiento en cerramientos de la envolvente. Sirven tanto para rehabilitación como para obra nueva. Además su reducido espesor le convierte en una solución ideal cuando no se quiere reducir superficie útil o volumen en el interior del edificio ¿Los conoces? ¿Los incluyes en tus proyectos? ¿Crees que son realmente efectivos? Participa con tus comentarios.
Los tipos de aislante térmico reflexivo más comunes son o bien los compuestos por dos capas de aluminio y una base de burbujas o de espuma de polietileno entre dichas capas, o bien los aislantes térmicos reflexivos multicapa. Estos últimos se componen por varias capas (film) de baja emisividad y varias capas de espuma o fibras naturales colocados de manera alterna.
Los aislante térmicos reflexivos de mejores prestaciones térmicas son los multicapa.
¿Cómo funcionan los aislantes térmicos reflexivos?
Los aislantes térmicos reflexivos deben de instalarse idealmente entre dos cámaras. De esta manera es cómo funcionan de forma eficaz. Así se consigue reducir la transmisión de calor por conducción y por convección. La cámara debe contener aire inmóvil. La transmisión de calor por lo tanto se produce fundamentalmente por radiación.
Los films de baja emisividad, generalmente de aluminio, reflejan el calor que les llega por radiación en lugar de absorberla. En invierno reflejan el calor hacia el interior. En verano lo reflejan hacia el exterior evitando su transmisión hacia el interior del edificio. Su capacidad para reflejar el calor depende de su emisividad, por lo que pueden llegar a reflejar hasta un 95%
Prestaciones térmicas de los aislantes térmicos reflexivos
Las propiedades de este tipo de aislantes son:
- La resistencia térmica intrínseca, es decir, sin cámara de aire asociada.
- La resistencia térmica con 1 ó 2 cámaras.
- La emisividad de las caras externas del conjunto del material aislante.
La resistencia térmica intrínseca de un aislante térmico reflexivo puede ser de hasta 1,9 m²K/W. Este valor se puede conseguir con un espesor de 4,5 cm. Su conductividad térmica por lo tanto sería de:
R=e/λ por lo que λ=e/R.
Donde, R es la resistencia térmica en m²K/W. e es el espesor en m. λ es la conductividad en W/mK.
λ=e/R = 0,045/1,9= 0,024 W/mK.
Una gran ventaja de este tipo de aislamiento es su reducido espesor. Ideal para aislar cerramientos por el interior sin perder demasiada superficie útil o volumen. Los aislantes térmicos reflexivos se pueden instalar tanto en cerramientos verticales (muros) como en cerramientos horizontales (cubiertas, particiones interiores, techos y suelos). También destaca su facilidad de montaje, transporte y manipulación y su bajo peso.
En este vídeo puedes comprobar cómo se instala en un techo: