¿Qué puede detener el camalote? La Eichornia crassipes es una planta conocida también como jacinto de agua y su control en España desde 2005 ha costado ya treinta y cinco millones de euros. En Portugal, el debate sobre la conveniencia de usar productos químicos se reaviva. Cómo frenar una especie invasora que moviliza importantes recursos económicos y humanos es la pregunta a la que se enfrentan.
De momento, no existe herbicida registrado o autorizado para su uso en el medio acuático. Así lo recuerda la Confederación Hidrográfica del Guadiana. En la Universidad de Extremadura han patentado un producto natural patentado que «no es apto» para el camalote. Esta solución solo lo debilita y deja flotando, lo que obliga igualmente a su retirada.
Tampoco en Portugal está permitido el uso de químicos en el agua. Así lo recuerda a EFEverde Filipe Banha, investigador de la Universidad de Évora. Esta posibilidad, explica, «puede ser estudiada en una zona donde no hay fauna acuática, la corriente puede arrastrar el glifosato y generar un impacto aguas abajo».
![El control del camalote o jacinto de agua (Eichornia crassipes), en el que España ha invertido 35 millones de euros desde el año 2005 y que en Portugal amenaza con causar enormes pérdidas económicas y ambientales, ha trasladado al país vecino el debate sobre la conveniencia de usar productos químicos. En la imagen, vista de la presa de Furadouro (Mora) en el río Raia, afluente del Tajo portugués. EFE/J.J.Guillen](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2019/02/15116039-1024x683.jpg)
Sin embargo, «esta invasión se puede controlar», ha subrayado. Y en esta zona en particular la lluvia podría arrastrar mucha biomasa. «Aunque serían necesarias campañas periódicas de recogida manual en las márgenes del río», añade.
Representantes de sectores económicos que dependen de las riberas o los cursos fluviales en Portugal hablan de pérdidas millonarias. Se trata de zonas donde la densidad del camalote impide la navegación o la pesca y dificulta su retirada con medios mecánicos.
Para estos profesionales, no se puede esperar a que llueva y aumente el caudal del río. «Hay que ser proactivos» y lograr un consenso científico sobre la conveniencia de usar productos químicos.
La invasión en un destino turístico
El río Raia discurre por el término de Mora, en el Alentejo portugués, destino estrella para la pesca deportiva y los deportes acuáticos. Sus bellas playas fluviales son un recurso turístico clave para la economía de la región. Ahora, su alcalde, Luís Simâo, se enfrenta a «un problema de gran magnitud» por la invasión por camalote a unos metros del municipio, que poco a poco va remontando el río.
«Necesitamos que una entidad científica nos asesore sobre cómo combatir esta planta, que ya no se puede retirar con máquinas», ha pedido Simâo. «Está más que probado que hay herbicidas en el mercado que pueden matarla, aunque desde el punto de vista ambiental, unos son más recomendables que otros», ha subrayado.
Luis Lucas regenta la empresa de actividades acuáticas Azenhas da Seda, que ofrece descenso de rápidos por el Raia. Esta se ha visto obligada a cambiar su programación por culpa del camalote. «Algunas de nuestras actividades terminaban aquí, en la presa de Furadouro, y ahora tenemos que trabajar más arriba», lamenta.
«El jacinto de agua ha sobrepasado ya uno de los rápidos y si continúa subiendo tendremos un problema enorme en la playa fluvial, en el Fluviario de Mora y en la propia presa que alimenta la ribera y nosotros podríamos perder el negocio», ha asegurado.
El retraso en reconocer el problema
La Eichhornia crassipes es originaria de América del Sur y se detectó por primera vez en la Península Ibérica en 1987. El problema es que hasta 2011 no fue incluida en el catálogo español de especies exóticas invasoras. Ese retraso facilitó su comercio y transporte sin restricciones.
El jacinto de agua integra desde 2016 la lista europea de especies exóticas invasoras. Esto implica que su introducción, reproducción, cultivo, transporte, compra, venta, tenencia o suelta intencionada o por negligencia están expresamente prohibidos.
Según la CHG, la planta fue muy utilizada como especie ornamental en acuicultura y jardinería. De ahí que lo lo más probable es que fuera depositada en el río por algún particular. Otra posibilidad es que sus semillas también se pudieron haber mezclado con semillas de arroz importadas.
![El control del camalote o jacinto de agua en Portugal amenaza con causar enormes pérdidas económicas y ambientales. EFE/J.J.Guillen](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2019/02/15116032-1024x683.jpg)
Es «una gran competidora, ninguna otra planta acuática sobrevive en estas condiciones de falta de luz», señala Filipe Banha. La ausencia de oxígeno desplaza a la fauna nativa en favor de alguna especie invasora que, por su gran capacidad de supervivencia, logre prosperar en estas condiciones.
Para José Nuncio, presidente de la Associaçao de Regantes do Vale do Sorraia, la única solución es utilizar químicos. «Si lloviera mucho, el agua limpiaría la zona y llevaría la planta aguas abajo, pero quedarían bulbos que devolverían el problema», indica.
Banha insiste en la prevención como mejor forma de evitar situaciones similares e impedir la introducción de especies exóticas invasoras «por desconocimiento o de manera accidental». En este sentido, pone en valor iniciativas de divulgación y sensibilización como Life Invasaqua. Este proyecto, financiado por la Unión Europea, está coordinado por la Universidad de Murcia. En él participa la Agencia EFE y diversas entidades científicas de España y Portugal.