Con un sol radiante de primavera, el parque La Marjal ha celebrado el día mundial del agua. Escuelas, asociaciones y artistas han disfrutado de las actividades en torno a la importancia de su cuidado. El amplio espacio que acoge el estanque servía de escenario perfecto para ello. El premiado parque inundable, con una capacidad de hasta cuarenta y cinco mil metros cúbicos de agua, es ejemplo del buen uso de los recursos hídricos.
Contento con el transcurrir del día se ha mostrado Santiago García. Él es uno de los monitores que se ha encargado de las actividades infantiles de la mañana. Con cerca de seiscientas personas entre niños y asociaciones, «hemos hecho de todo». Tiempo tenían para ello, desde los ejercicios de yoga con los que han saludado el amanecer hasta ayudar a los artistas aficionados a repartirse por el extenso parque.
A partir de las diez han empezado a llegar los diferentes grupos de escolares. A ellos les han enseñado la importancia de cuidar el agua, «sobre todo en una zona como Alicante». Y lo han hecho de la forma más lúdica posible, con juegos y deportes. Los mayores han descubierto lo que es una cata de agua o que en La Marjal cuentan con una estación de control de aves migratorias.
Anillación y Catas
Estos talleres son los que han sorprendido más a la joven audiencia. Para García la razón está clara: «Juegos y deportes los pueden hacer cualquier día. Disfrutan y se implican más porque se encuentran con anilladores profesionales y pueden tener las aves en su mano. O hacer una cata con los auténticos profesionales del departamento de calidad hace que participen con ganas».
«Muchas veces los niños nos podrían dar lecciones de cómo cuidar el medioambiente», asegura García. «Porque controlan y conocen las cosas que tenemos que hacer», añade. Incluso los propios monitores aprenden cosas nuevas. En el área de anillamiento, su responsable Jana Marco les ha contado que han fichado una especie nueva en su paso migratorio. «O en las catas», prosigue García, «que tenemos mucho en la cabeza embotellada pero cuando te quitan la botella y tenemos que describir la que nos gusta, muchas veces preferimos la de grifo. Pensamos que la embotellada es mejor solo por estar así».
![En las catas de agua, los técnicos han explicado las diferencias.](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2019/03/DSC_0103-1024x681.jpg)
Pintar al aire libre
La gestora cultural Natalia Molinos es una de las diez artistas que han participado en esta jornada. El grupo surgió de las clases de pintura con modelo que ofrecen los viernes en el Freaks Bar. Con la asociación Tercer Tiempo Inter Cultural suelen realizar encuentros al aire libre donde practicar. «Yo que he sido siempre de la parte de teoría, practico y aprendo también», reconoce risueña. «Es interesante conocer esas técnicas porque luego valoras más lo que ves», señala la comisaria.
El estilo naïf que aplica Molinos reproduce los vivos colores del parque de La Marjal. Otras de sus compañeras optan por el realismo en acuarelas o incluso por las lanas como hace Sandra Primo. La belleza de este paisaje les ha seducido en su primera visita. «Hay mucho ambiente», cuenta mientras señala los juegos de los niños a su derecha o el pequeño islote que tiene al frente. «Dibujar o escribir al aire libre siempre es muy agradable», concluye.
![Natalia Molinos, junto a otros artistas, ha hecho una demostración de su trabajo.](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2019/03/DSC_0098-1024x681.jpg)
Entre las asociaciones que han participado en la jornada organizada por Aguas de Alicante está Apsa. Moisés Jaén es uno de los monitores que se ha encargado de coordinar a los veinte jóvenes que han acudido a La Marjal. «Ha sido maravilloso porque han disfrutado en todas las actividades», empieza. Cata de aguas, dibujar gotas en imanes o teatro son tres de las propuestas que han escogido. Y, quizás, la visita al anillamiento es la que más les ha sorprendido. «Era la primera vez que lo veían así que se han asombrado con todas las cosas que se puede saber de un pájaro en un momento». Jaén se reconoce satisfecho con la jornada. «Se lo han pasado tan bien que incluso ninguno pensaba en almorzar. Si no les dicen de parar ahí siguen y siguen. Ha sido una actividad muy completa, divertida y sana».