El sector eléctrico está atravesando por uno de los mayores procesos de transformación en décadas como consecuencia del empuje de la descarbonización, la descentralización y la digitalización. En este contexto, las estrategias tradicionales de las compañías eléctricas centradas en la regulación, en la inversión de capital y en el servicio al cliente se antojan demasiado conservadoras. Así lo señala el informe Global Power Strategies, elaborado por Strategy&. Esta consultora de estrategia de PwC analiza qué caminos están tomando las cuarenta mayores eléctricas por capitalización bursátil del mundo.
Global Power Strategies apunta que están apostando por cinco grandes medidas: Reducir la exposición a las fuentes de generación eléctrica tradicionales. Reorientar las inversiones hacia las redes distribución y las fuentes renovables. Desarrollar la prestación de servicios de valor añadido. Mejorar su apuesta por la innovación. Y, por último, rediseñar sus modelos de negocios para aprovechar las nuevas oportunidades.
La reducción a las fuentes tradicionales se dirige especialmente el carbón. Hace cinco años, el carbón representaba el 18% del mix de generación eléctrica de las utilities europeas del G40, el 47% de las norteamericanas, y el 37% de las de Asia Pacífico. En la actualidad, el porcentaje ha bajado 12% en Europa. Esa disminución también se ha producido en Norteamérica y Asia-Pacífico aunque la tendencia es menos pronunciada, con un 41% y 35%, respectivamente. En estas dos áreas geográficas, el gas está ganando peso en el mix eléctrico. Así, crece del 15% al 20% y del 31% al 39%, respectivamente.
Más inversión en renovables
La reorientación de las inversiones busca reducir el riesgo de sus activos. En un mercado caracterizado por la incertidumbre y por la caída de ingresos en el ámbito de la generación, las compañías aumentando gradualmente sus inversiones en redes eléctricas reguladas y en renovables. En Europa, la transmisión y distribución ya suma el 38% de la inversión de las eléctricas analizadas -nueve puntos más que en 2012-, y, en Norteamérica, un 78%.
El impulso de las renovables por las diferentes regulaciones está creando oportunidades atractivas en este ámbito. Algunas de estas tecnologías ya son competitivas por sí mismas y jugarán un papel importante en la transición energética. En este caso, las eléctricas europeas son mucho más activas que el resto. Estas dedican el 30% de sus inversiones a proyectos renovables, por el 7% de las norteamericanas.
Los servicios de valor añadido a consumidores de energía está mostrando gran actividad. En el sector de energía retail, la entrada agresiva de nuevos actores está arañando, poco a poco, cuota de mercado a las eléctricas tradicionales. En todos los países, las grandes eléctricas trabajan activamente en su aproximación al mercado con productos B2B y B2C behind the meter. Estos se centran en cinco grandes áreas: movilidad eléctrica, hogares inteligentes, autoconsumo, energía distribuida y almacenamiento de energía.
Europa apuesta por la innovación
La innovación está siendo una cuestión capital para la mayoría de las eléctricas del GT40. Siete de las diez eléctricas que más apuestan por la I+D son europeas. En Norteamérica las compañías están todavía construyendo sus capacidades en este ámbito. EDF tiene la presencia más relevante, con diez centros de innovación regionales, seguida de Enel, Energías de Portugal y E.ON —con ocho cada una de ellas—, y de RWE y Engie, con cinco. ¿Sus áreas de trabajo? Micro-redes, ciudades inteligentes, movilidad eléctrica y baterías.
La reestructuración en profundidad de sus modelos de negocio ha sido una cuestión esencial. Eso les permite afrontar sus retos estratégicos y prepararse para el futuro. En los últimos 24 meses, estas compañías han sido tremendamente activas. En la actualidad, están en marcha grandes proyectos de reestructuración en Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Dinamarca.
El informe considera que, hasta la fecha, las compañías eléctricas han realizado apuestas estratégicas muy parecidas y con un alto nivel de confluencia y prevé que, en los próximos siete años, aumente sustancialmente la distancia entre las más agresivas e innovadoras y el resto. En este sentido, el documento concluye que las eléctricas europeas llevan ventaja sobre sus homólogas norteamericanas y asiáticas.
«El sector está en plena transformación», señala Carlos Fernández Landa. El socio responsable de Energía en PwC pronostica que «al final de la próxima década la industria será completamente diferente a como la conocemos hoy». Esta transición energética incluirá «el desarrollo de servicios de valor añadido, el mayor uso de tecnologías limpias y eficientes». Estas, finaliza, «marcarán la agenda de los próximos años». Un periodo «en donde la innovación y los nuevos modelos de negocio estarán en el centro de las compañías».