Que las botellas de vidrio se deben tirar al contenedor verde todo el mundo lo sabe. Pero ¿qué pasa con los tapones? Antes se utilizaba solo corcho natural como cierre. Pero desde hace un tiempo a esta parte, las botellas de vino se tapan con materiales y formas diversas. Y no siempre sabemos qué tenemos que hacer para contribuir a la reutilización de materiales y al mismo tiempo proteger el medio ambiente.
Los tapones de corcho natural deberían ir al contenedor marrón, el del orgánico. Son un producto natural que se puede compostar para luego ser utilizado en aplicaciones agrícolas. Marc Balagué, técnico del departamento de Gestión de insfraestructura de la Agencia Catalana de Residuos, explicaba a Vadevi, que antes del reciclaje es importante la reutilización. Pero en el caso del corcho natural aún no se han implantado programas de este tipo.
Otro tipo de tapones habitual es el tapón sintético. Están fabricados con diferentes polímeros plásticos pero no por ello se deben tirar en el contenedor amarillo. No. Estos tapones que la mayoría de veces son de colores muy llamativos y que ya se ve que no son de corcho los deberíamos volver a clavar en la botella vacía y tirar todo junto al contenedor verde. En este caso, Balagué recuerda que el tapón forma parte del mismo envase. Por eso, ya está contemplado que una vez llegue a la planta habrá elementos que deberán separar. «Ya nos gustaría que el vidrio llegara limpio en el contenedor, solo vidrio, pero eso es pedir demasiado al consumidor. Por ello está prevista la separación de otros materiales que le son propios, como la etiqueta de papel, o la cápsula metálica», explican desde la Agencia Catalana de Residuos.
Los tapones de rosca, con la botella
Teniendo en cuenta este hecho, los tapones de rosca habituales en vinos jóvenes tintos y en blancos y rosados, y también a los vermuts, también se pueden dejar a la botella. Una vez en la planta, con un electroimán, se separarán las partes metálicas de la botella. «La vidriera está preparada para recuperar de forma separada todas los residuos metálicos que, una vez recogidos, también se reciclan», asegura Balagué.
Estos sistema de recuperación de partes metálicas también se encuentra en las plantas de reciclaje de envases de plástico. Por eso, si este tapón se tira al contenedor amarillo en lugar del verde con la botella no pasaría nada.
En cuanto a los tapones de vidrio, aunque tengan pequeñas partes de silicona o plástico para sellar bien, se deben tirar al contenedor verde. Preferiblemente con la misma botella, para que de nuevo forman parte del mismo envase.
Aunque no se refiere estrictamente al tapón de las botellas, Marc Balaguer recuerda que, antes que los tapones metálicos, más delicado es todavía tirar al contenedor verde materiales como cerámica, por ejemplo, ahora que también encontramos vinos que se embotellan con este material. Margalida Ripoll i Ferrer. Món Planeta