Lisboa apuesta por el agua regenerada en la gala de la Capital Verde Europea. Los portugueses destacan los beneficios de su uso como solución sostenible frente a la escasez. El objetivo que se marcan es empezar a aplicar en septiembre las primeras medidas concretas.
La reunión en Oslo de las principales ciudades que quieren liderar las tendencias frente a la crisis climática trajo como conclusión la necesidad de una rápida actuación. El teniente de alcalde de Lisboa José Sá Fernandes tenía una de esas medidas: aumentar el uso de agua regenerada.
La propuesta portuguesa, hecha con la intención de compartir ejemplos, tiene base en Alicante. En ambas ciudades cuentan con el mismo problema: una bajada en las precipitaciones y una mayor concentración en episodios explosivos poco aprovechables. El municipio español apostó a principios de 2000 por reaprovechar el agua. Y, con eso, poder abastecer ciertos servicios en la que es una de las zonas más secas de Europa.
Sofía Cordeiro, responsable de medioambiente y estructuras verdes de Lisboa, destaca esta gestión inteligente del agua «que incluye la reutilización y otras herramientas. Trabajamos con la municipalidad de Alicante, que nos dará casos, y con la compañía Aguas de Alicante, que hace la depuración».
El ejemplo alicantino no se queda solo en Lisboa, la capital verde europea de 2020. Cordeiro avanza que en Portugal se están marcando las normas que establecerán el uso de la regeneración. Mientras se cierra la legislación, la capital ya está trabajando sobre ello.
La puesta en marcha para todos
De esta forma, la técnico cree que se facilitará la implantación en ciudades con muchos menos recursos. En particular, añade, en las del sur. «No queremos que sea una barrera, desarrollaremos herramientas para que una ciudad más pequeña pueda hacerlo más fácilmente».
Y de Portugal a toda Europa. Alicante, Lisboa y Venecia forman el trío de urbes del sur del continente que estudiará el desarrollo de este sistema. Para Cordeiro, el consorcio ARC es uno de esos caminos a desarrollar. En él se escucharán las voces tanto del norte lluvioso y verde como el sur, más seco.
Lahti, la capital verde en el hielo
Muy al norte del continente se encuentra Lahti. Esta ciudad finlandesa de poco más de cien mil habitantes será la capital verde europea en 2021. En la reivindicativa gala que organiza la Comisión Europea para anunciar esta distinción, sus responsables presumieron de ser la ganadora más al norte. De entre las doce ciudades escogidas hasta ahora, así será. Por eso, bromearon cuando invitaron a los asistentes a la gala para que se abrigaran cuando acudieran en enero del 2021, «allí hace un poco más de frío».
Finlandia ha conseguido a la tercera el triunfo de esta candidatura a la capital verde europea. Lahti se ha transformado de una ciudad dedicada a la industria de la madera a ser, según la definición de su gobierno, «uno de los centros mundiales del sector de las empresas e industrias cleantech, consiguiendo reciclar mas del 95% de las basuras y desechos de toda la región».
El pasado que mira al futuro
El comisario europeo Karmenu Vella de medioambiente, asuntos marítimos y pesca, protagonizó la gala con sus diferentes discursos y entrega de los premios. A través de ellos recalcó que con este reconocimiento lo que se consigue es que «las ciudades, simplemente, sean más felices».
El ejemplo de Oslo, la actual merecedora de la distinción, le pareció relevante a Vella. «Estoy especialmente impresionado porque una zona antiguamente industrial ahora es un corazón verde», afirmó. Esto lo enlazó con la capacidad que tiene este premio por transformar los paisajes urbanos. Cambios hechos sin renegar del pasado.
«Si miro a ganadoras como Vitoria, están llenas de historia pero esa historia no las hunde», razonó el comisario. «Usan el pasado para construir las torres del futuro, lo integran en una visión de futuro. Y con un lugar central para la naturaleza y la conexión con el medioambiente del que tanto dependemos», añadió. De esa manera, concluyó que se consigue que en ellas vivan «ciudadanos felices que estan orgullosos de sus raíces y que miran al futuro con confianza. Es un orgullo verde».