En el campo empresarial, es preciso subrayar la responsabilidad social de los sindicatos, uno de sus grupos principales grupos de interés (stakeholders) por reunir en su seno a muchos trabajadores, sin olvidar que estos, o sea, los empleados de una empresa, se identifican como su principal activo, por ser el llamado capital humano que pesa cada vez más en la actual sociedad del conocimiento.
Los derechos laborales
La empresa debe ser socialmente responsable con sus empleados, respetando en primer lugar los derechos laborales, según ordena uno de los mandatos del Pacto Global, decálogo por excelencia de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en la Organización de Naciones Unidas.
¿O cuán válidos son los programas sociales, verbigracia, con la comunidad, si hay una “explotación” de los obreros, violando sus derechos?
Los sindicatos, claro está, deben velar porque no ocurra tan denigrante situación, la cual tendrá que denunciarse hasta por organizaciones externas, como lo hacen ciertas ONG que luchan también por la defensa de los derechos humanos.
Alianza entre capital y trabajo
Los grupos sindicales, a su turno, han de promover la alianza entre el capital y el trabajo, no su conflicto permanente a la luz de ideologías que atentan contra la propiedad privada y promueven la lucha de clases, en nombre precisamente de la RSE/RSC, cuyo carácter es profundamente democrático.
Reformas sociales
Que promuevan, sí, el cambio social, las profundas reformas que la sociedad reclama para ser equitativa, incluyente y justa, regida por principios de solidaridad, objetivo último de la RSE/RSC a escala universal y, con mayor razón, en países subdesarrollados o del Tercer Mundo.