El puesto de telemando de Aguas de Alicante es el centro de control del agua de la ciudad. Desde allí se puede bloquear el acceso a un barrio o subir la presión para que sea más accesible. También saben cuándo empieza un partido de fútbol de mucha atención o en una isla como Tabarca cuándo sale el último barco.
Una mesa con siete monitores y un muro de vídeo impresionan a nueve representantes de las cuentas más influyentes de la ciudad. En las pantallas del telemando pueden ver las estadísticas que reflejan el consumo de recursos hídricos. Y, en particular, los diagramas que marcan dónde y cuándo se puede parar su circulación.
La empresa de gestión del ciclo del agua organiza el encuentro dentro de su campaña #H2Ogueras. Como explica Jose Luis Martínez, responsable de comunicación digital, «queremos que se vea Aguas de Alicante como parte de su día a día, más allá del servicio».
Las fiestas de Hogueras queman monumentos hechos de corcho y madera. Tras el fuego, llega la banyà, cuando el público pide refrescarse con más agua. Dos momentos que reflejan la intensidad de una tradición. Con esta visita, Martínez apunta que «queríamos que conocieran Aguas desde el core, el centro». Y así, demuestran que «el telemando gestiona todo el ciclo del agua, desde la captación hasta la reutilización. Y el objetivo es que el agua esté siempre en perfecto estado, incluso en Hogueras, donde la ciudad cambia y se adapta a barracas y racons, incluso en la banyà«.
Amador Rojo es responsable del telemando. Su experiencia en la gestión de datos del centro de control le llega por años trabajando en estos sistemas y conocimientos heredados de sus anteriores compañeros. En un sistema centralizado, las máquinas mandan pero siempre hay una persona responsable en cada turno.
El día de la cremà se consume menos agua
Saber gestionar los datos es una clave de su trabajo. Medias y coeficientes correctores para estas les sirven para calcular lo que la ciudad necesita beber. Con los datos de los últimos cinco años, más la media de consumo del mes y según el día de la semana, lo saben. ¿El día de la semana? Sí. Rojo razona que no es lo mismo lo que se gasta un lunes que un sábado. Por eso, asegura, que los datos son similares según ese patrón: «Un martes se parece más a otro martes que a un jueves o un domingo».
En el caso de las fiestas de Hogueras, el objeto de interés es el día 24. Al menos para los responsables de las cuentas de Instagram invitados. Ese es el día en que se queman los mencionados monumentos. Por ello cabría pensar que es cuando más agua necesitan los bomberos. Rojo se encarga de romper el mito. «No es un día de pico. De hecho, puede hasta ser inferior a la media». Los datos no engañan. Y al telemando, tampoco.
La amplia sala en la que están reunidos es considerada una infraestructura crítica. De ella depende que la gente pueda beber agua potable y los demás usos cotidianos que le damos. Rojo remarca la importancia de la correcta gestión en una región donde la sequía es habitual. Por eso, detalla el sistema que utilizan para controlar la red desde el telemando.
Dividida la ciudad en sectores, que suelen coincidir por barrios, cierran las llaves de entrada que consideran necesarias para testear la red. «Si hay una fuga, aunque no salga el agua a la superficie, lo sabemos», presume. Es el poder del telemando. Sus sensores y controles avisan de bajadas de presión que así lo indican.
El mapa del agua cambia con el fuego
Cuando se acercan los días de Hogueras, el puesto de telemando sirve para dibujar un mapa de cañerías diferente. Sabiendo las calles donde se plantan los monumentos, calculan cuánta agua pueden necesitar los bomberos para poder apagar los fuegos. «En ese día los consumos de los sectores los tenemos desmadrados porque el agua no se mueve por donde la llevamos todos los días», comenta con humor.
Mostrarse risueño no impide a Rojo repasar las medidas de seguridad que emplean. Por ejemplo, tienen uno previsto para fallos al teclear una cifra. Solo los usuarios con mayor autorización pueden marcar libremente las cifras que consideren necesarias.
En su repaso a la gestión del telemando, Rojo dibuja también el mapa topográfico de la ciudad. Desde la cota cero del nivel del mar a los noventa metros de altura donde están los depósitos. O la creación del parque inundable de La Marjal, con el que pueden evitar catástrofes gracias a su gran capacidad de cuarenta mil metros cúbicos. O como debajo de un campo de fútbol, el de San Gabriel, tienen construido un sistema antidescargas. Según razona, en una ciudad donde llueve tan poco, las aguas suelen recoger mucha suciedad de las calles. Cuando pasa por el colector general se la deriva a este espacio, donde se la acaba regenerando.
Reutilizar el agua es una de las mejores formas de disponer del agua suficiente para el día a día. No la de consumo humano, puntualiza Rojo con gravedad. Esa agua tratada es la que puede servir para baldear calles o regar jardines. «Así se aprovecha hasta la última gota», destaca.
El gol de Iniesta o el 11S
![Los responsables de nueve cuentas influyentes en Instagram de Alicante visitan el telemando.](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2019/06/20190618_120308-1024x498.jpg)
El manejo de los datos, cruzados con eventos, les permite descubrir curiosidades que atraen en particular la atención de los invitados. Dos días 11 son de los más llamativos. El 11 de julio de 2010. España está atenta a la final de la copa del mundo de fútbol. Tan atenta que no hay duchas en marcha, ni lavadoras, ni siquiera se va al baño. El telemando lo sabe todo. En casos de especial interés, se ven claramente los picos de consumo. Rojo afirma risueño que reflejan el momento del descanso, «porque es cuando la gente va al baño».
El otro 11 retrocede más en el tiempo, a septiembre de 2001. Rojo cambia el tono. Y explica que en aquellos atentados, mientras no se sabía qué estaba pasando con el ataque a las Torres Gemelas, «la gente dejó de consumir de una manera bestial». Ningún otro gran atentado tuvo ese impacto en las gráficas.
Con tantos datos y curiosidades, los responsables de estas cuentas se quedan con ganas de más. Las dudas, preguntas y alabanzas se suceden. Rojo y Martínez las responden y van ampliando con otros proyectos que manejan. ¿Cuándo hay más gente en la ciudad? ¿Cuándo se consume menos? Al final, valoran el conocer el telemando, un centro de control que asegura tanto el que los grifos les surtan de agua como que los bomberos puedan tener el agua para la banyà.