La gestión de los residuos, sean peligrosos o no, es una de las asignaturas pendientes para la pequeña y mediana empresa. Las instituciones no realizan auditorías o seguimientos de las actividades de todos y cada uno de los distintos negocios de una ciudad. Sin embargo, la vigilancia rutinaria de las fuerzas y cuerpos de seguridad como el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, así como las denuncias vecinales que ponen el foco en casos concretos, ayudan sustancialmente a llevar cierto control.
En ese sentido, Grupo Braceli y la Federación de Empresas del Metal de la Provincia de Alicante (FEMPA) han organizado una jornada especial para concienciar en esta materia. Bajo el título Alicante gestiona sus residuos: Conoce las amenazas y cómo eliminarlas, se llevarán a cabo diversas ponencias donde intervendrán varios expertos al respecto. La cita tratará de poner de relieve cuáles son los aspectos clave a tener en cuenta tanto en las pymes como en las grandes empresas. Todo, con el objetivo de mejorar el reciclaje y la recuperación de residuos industriales en la provincia.
Actos y consecuencias
Se abordará en el marco de la legislación vigente, sobre todo en materia de sanciones. Se hará hincapié en las consecuencias de una mala gestión de residuos, destacando casos reales. Al mismo tiempo, se tratará de ejemplificar cuáles son las formas correctas con casos de éxito. Todo, con el fin de esbozar un mejor futuro para la ciudad. Y es que, en muchos casos, los gestores de las distintas empresas son desconocedores de las consecuencias que puede acarrear el uso inadecuado de los residuos que crean.
“Cualquier actividad industrial genera residuos y, por el bien común, las empresas deben ser conscientes de que han de gestionarlos con responsabilidad”, afirma Deborah Pomata. La técnico de calidad, medioambiente y prevención en Grupo Braceli, participará como ponente en la jornada que se celebra este miércoles, 12 de junio, en la sede de FEMPA. “Hacerlo bien puede conllevar un coste que oscila entre los trescientos y los cuatrocientos euros, mientras que hacerlo mal puede significar multas que van desde los treinta mil euros hasta el millón setecientos mil euros, incluso la inhabilitación o cese de la actividad”, explica.
Economía circular
“Pero, en muchos casos, además supone ingresos para el productor, porque en empresas como Grupo Braceli tratamos de dar un segundo uso a los residuos, volviendo a darles valor productivo y convirtiéndolos de nuevo en materia prima”, explica. A través de la economía circular tratan de reducir la cantidad de residuos reparando algunos productos o reciclando materiales. Es el caso de las residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, por ejemplo.
Con una buena gestión se podría volver a aprovechar su plástico y metales a través del reciclaje, reportando dinero al empresario. De esta manera, lo que es un residuo peligroso que podría contaminar acuíferos naturales si fuesen depositadas donde no se debe, pasa a ser un nuevo valor para la empresa.
Merece la pena
Las grandes empresas están en su mayoría certificadas y tienen la gestión de residuos mecanizadas. Algo que no sucede en muchas pymes, que trabajan con relativa inconsciencia. “En ocasiones de forma ilegal”, añade la técnico en medioambiente. Así que el objetivo de esta jornada es concienciar.
“Queremos que los empresarios nos pregunten todas sus dudas para poder aclarar qué es lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo”, explica Pomata. “Merece la pena hacerlo bien, pero no se sabe lo fácil que es hacerlo bien”, sentencia.