El investigador y experto en Salud Pública, Miquel Porta, alerta de los peligros de los componentes tóxicos asociados a los plásticos. Lo hizo durante una charla con trabajadores de Endesa para informar sobre los componentes tóxicos que tenemos alrededor. De hecho, Endesa, ha comenzado a tomar medidas para reducir el uso de plásticos. Por ejemplo, las máquinas de café utilizan vasos compostables y las fuentes de agua ya no incorporan vasos de plástico. Se han sustituido por botellas de vidrio rellenables. La charla se enmarcaba en las acciones Plásticos Zero. Una iniciativa de los empleados que tiene como objetivo reducir en un 60% los plásticos desechables en las oficinas. Pero la conferencia se centró en los efectos de los componentes tóxicos asociados al plástico. Precisamente, ahora la Fundación Aquae y Universidad de Alicante impulsan un doctorado sobre esos microplásticos que ingerimos.
¿Comemos plástico?
Comemos plástico cada día y orinamos plástico cada día. Es así. A todos los humanos encontramos presencia de componentes tóxicos. Con mayor o menor proporción, pero a todos. Tenemos una mezcla de contaminantes en el cuerpo que, a lo largo de la vida, fluctúa. Algunos los vamos acumulando y otros excretan, pero estamos expuestos. Si miramos los compuestos por separado, la cantidad es baja, pero analizando el conjunto, la cosa cambia. Es por ello que reducir el plástico no es sólo por el medio ambiente. También es por nosotros y por nuestra salud. Porque si cambiamos los usos y los hábitos, la concentración de residuos plásticos en el organismo bajará.
¿De qué compuestos estamos hablando?
El Bisfenol A, que se utiliza para la fabricación de plásticos de biberones y botellas de agua, los PCB, los ftalatos. Pero no son solo los de ahora, también llevamos al organismo sustancias tóxicas antiguas que ya están prohibidas, como los PCB, por ejemplo. Las conclusiones de un estudio muestra que el riesgo de cáncer de mama en las mujeres es tres veces más alto si, cuando estaban en el vientre materno, sus madres tenían más concentración de DDT, un producto pesticida prohibido desde los años 70 pero que se continúa detectando en adultos y en niños.
¿Cómo actúan los compuestos plásticos sobre nuestra salud?
Son los llamados disruptores endocrinos u hormonales, substancias que conllevan como falsas hormonas en nuestro organismo y que pueden perjudicarnos la salud y provocar reacciones adversas. Cada vez es más claro que en la obesidad y en la diabetes, estos contaminantes y residuos plásticos juegan un papel. No son el único factor pero son uno, especialmente en cuanto a la diabetes. O incluso en el aprendizaje de los escolares, por ejemplo, hay suficiente conocimiento del efecto que tienen estos tóxicos.
¿Algo más?
Los tóxicos, a dosis bajas constantes a lo largo de toda la vida, contribuyen a la infertilidad, la endometriosis, malformaciones congénitas, trastornos hormonales, diabetes, como decía, pero también a enfermedades neurológicas, inmunológicas o autoinmunes.
¿Todo es a través de la alimentación?
Es la principial vía de entrada, a través de los envases, pero no sólo. También los respiramos de la ropa que llevamos, de las cortinas o moquetas de casa, la cortina de la ducha, dipositivos electrónicos, juguetes, o las que llegan a través de la piel con productos cosméticos, cremas solares o incluso tickets de caja … una de las peores cosas que se puede hacer cuando nace una criatura es pintar la habitación y comprarse un coche. Cuando se pinta una casa o una habitación le deberíamos dar tiempo. Creo que hay muchas cosas que sabemos, pero no aplicamos porque tenemos prisa, y cuando llevamos muchos días en casa los suegros, lo que queremos es volver a casa.
¿Cómo lo deberíamos hacer?
Me gusta decir, de forma coloquial, que no nos hemos «de enneurar». Nos debería preocupar, pero partiendo de la base de que no podemos ser héroes. Necesitamos la ayuda de las ciudades y de las empresas. La acción individual es necesaria y eficaz. Además, por razones éticas tenemos la obligación de hacer cosas. No podemos exigir a políticos y empresas que tomen medidas si nosotros no hacemos nada. Pero es falso que todo dependa de un individuo o de la política, porque hay muchas redes. Las asociaciones de padres y madres de las escuelas, pueden provocar pequeños cambios en los comedores escolares. Yo espero, por ejemplo, que las empresas un día tengan lavavajillas, permitiendo que el trabajador pueda utilizar utensilios de vidrio. Lo he preguntado en el Centro de Investigación donde trabajo y la respuesta ha sido «¿tú de qué vas?».
El Món Planeta:
por Margalida Ripoll i Ferrer