El agua, bien de primera necesidad, es un recurso tan necesario como escaso en muchas ocasiones. Es imprescindible en el desarrollo de la salud pública, la seguridad, la alimentación y el medio ambiente, entre otros muchos aspectos. En ese sentido, adaptarse a situaciones de sequía es un aspecto fundamental para el desarrollo sostenible de los núcleos urbanos. “Las ciudades deben planear una estrategia de largo recorrido en la que se aborde la prevención y la resiliencia desde múltiples aspectos”, afirma Iñaki Casals, responsable de I+D+i de Hidraqua.
Iñaki Casals interviene este martes en las jornadas Efiaqua que acoge València sobre los retos de las administraciones y las empresas para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. Habla de resiliencia urbana en caso de estrés hídrico. Lo que es lo mismo, la capacidad de sobreponerse a las dificultades en el abastecimiento de agua y de garantizar la calidad de la misma. En esa estrategia, “hay que tener en consideración todos los factores que influyen en el estrés hídrico y también las consecuencias”, afirma el experto.
Diversificar las fuentes de suministro
La previsión de estrés hídrico en el futuro próximo es alta. “Vamos a tener más lluvias torrenciales con periodos sin agua que serán más largos”, afirma. Lo que hace por tanto saltar las alarmas para organizar un plan a largo plazo con el que garantizar el abastecimiento. “Es una carrera de larga distancia en la que hay que mejorar las capacidades”, explica.
Por ejemplo, diversificar las fuentes de suministro. “Es necesario combinar el uso de agua subterránea, desaladoras, trasvases y todo tipo de fuentes diversas con diferentes características”, afirma. Un plan integral y transversal que aborde todas las posibilidades.
Ahorro, reutilización y eficiencia
Y en ese punto se hace clave además el ahorro, la reutilización y la eficiencia. “Es importante incorporar agua reutilizada para usos urbanos como el servicio de riego o de limpieza”, explica Iñaki Casals.
También lograr porcentajes mínimos de pérdida de agua durante el proceso de abastecimiento. Y es que el espectro de factores que intervienen para crear una estrategia eficiente y sostenible es muy amplio. “Al final eso significa que la garantía de suministro es muy fuerte y muy sólida”, asegura.
Pero la vigilancia y la comunicación en todo ese engranaje resulta al mismo tiempo importante para terminar ese ciclo con éxito. “Hay que tener en cuenta no solo la gestión sino el impacto de la calidad del agua”, recalca. Hay que garantizar el abastecimiento de agua, pero también su situación óptima para el consumo humano. Algo en lo que interviene la coordinación y la comunicación con otros muchos servicios públicos.
Dinapsis
Para este abordaje integral se ha desarrollado Dinapsis, de la mano de Hidraqua y Suez. Una aplicación que permite ver la interconexión entre todos los servicios urbanos. No solo el agua sino también los hospitales, la red de seguridad, la electricidad, etcétera. “Cualquier aspecto que pueda intervenir o relacionarse con el servicio de suministro de agua”, explica.
Un sistema que se está utilizando de forma piloto en Benidorm, donde recopila infinidad de datos de servicios e infraestructuras públicas. “Allí se han estudiado los posibles escenarios de sequía y todo lo que ello implica”, comenta Iñaki Casals. Un centro de innovación digital en el que prevenir situaciones de riesgo y adelantarse a los momentos de máxima demanda de agua.
Con todo, se han detectado cuáles podrían ser las situaciones más delicadas en caso de sequía con la intención de reducir su impacto. “Nuestra primera preocupación sería el abastecimiento a los hospitales”, desvela. Un punto que, si bien es mejorable, está en proceso de mejora para que deje de serlo.
Dinapsis: dos años como centro referente en desarrollo sostenible