Laura Moreno e Irene Corredor son las impulsoras del proyecto Un armari per sempre. Se trata de un evento periódico en el que intercambiar prendas con el objetivo de evitar el despilfarro de ropa. Y es que la industria textil es una de las grandes contaminantes por la cantidad de gases de efecto invernadero que emite a la atmósfera y la enorme cantidad de agua y de energía que consumen durante sus procesos de producción.
Con este proyecto quieren alargar la vida útil de la ropa de uso cotidiano. «Nuestro granito de arena para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030«, explica Irene Corredor. Ella, junto a Laura Moreno, ha organizado la primera edición de este mercadillo de intercambio de ropa. Iniciativa en la que cuentan con la concejalía de Juventud del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig como entidad colaboradora.
«Los ODS no solo están planteados para las grandes organizaciones o administraciones públicas«, asevera Corredor. «También están pensados para que los ciudadanos de a pie arrimemos el hombro con pequeños gestos», añade. Pequeños gestos que, unidos, pueden lograr grandes cosas. Y un ejemplo es precisamente evitar el despilfarro de ropa en los hogares particulares.
![Un armari per sempre](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2019/10/despilfarro-de-ropa-01-1024x768.jpg)
Más de veinte intercambios
De momento, en su primera edición ya han logrado más de veinte intercambios de prendas que iban a acabar en el contenedor de basura y que ahora tendrán otros dueños. En total, cincuenta prendas fueron depositadas en los percheros ubicados en el Centro de Recursos Juveniles Los Molinos de San Vicente del Raspeig. Ahora, las prendas de ropa que no se hayan llevado, seguirán formando parte del stock.
Cada tres meses
El objetivo de la iniciativa es conseguir que se asiente periódicamente. De momento, la concejalía de Juventud del municipio alicantino se ha mostrado interesada en seguir colaborando cediendo el mismo espacio público. Un lugar en el que pretenden organizar esta misma cita cada tres meses, coincidiendo con los principales cambios de temporada y por tanto con la renovación de los armarios. De hecho, también se ofrecen a otras entidades o empresas que estén interesadas en colaborar para poder aumentar la frecuencia.
España: el país más árido de Europa y segundo con mayor huella hídrica
Intercambio con tokens
Cuando entras al mercadillo, depositas tus prendas y obtienes a cambio unos tokens (monedas ficticias) con las que se puede adquirir otras prendas. Cada prenda depositada equivale a un token y por tanto con cada uno de esos tokens se podrá adquirir otra prenda. El número máximo de prendas que se pueden aportar son cinco prendas. De esta forma, el número máximo de prendas que puedes adquirir es el mismo.
Otros valores y principios
«Es nuestra aportación para el cuidado del planeta, pero hay otros objetivos detrás», explica Corredor. Y es que para producir una simple camiseta de manga corta se requiere la misma cantidad de agua potable que la que consume una persona a lo largo de tres años. Pero también erradicar la pobreza o la explotación de las mujeres es otro de los asuntos que motiva esta iniciativa. «Por todos es conocido que las fábricas de la industria textil explotan en países subdesarrollados a niños y mujeres por muy poco dinero», añade. «No es solo una protesta, que también, pero se pretende cambiar las cosas aunque sea un poco», sentencia.