El calentamiento del planeta debido al efecto invernadero podría hacer que, antes de finales de este siglo, la inmensa mayoría de los arrecifes de coral del mundo hayan desaparecido. Así lo afirma un estudio elaborado por la biogeografía Renee Setter, de la Universidad de Hawai, en Estados Unidos, y de la que se ha hecho eco la Unión Geofísica Americana (AGU).
Sus investigaciones prevén que, debido al aumento del nivel y de la temperatura del mar, los ecosistemas oceánicos sufran enormemente. Eso hace que los esfuerzos para recuperar los escollos que actualmente se encuentran en regresión tengan unas posibilidades de éxito más bien escasas.
Setter, junto con otros compañeros, llevó a cabo simulaciones del estado del fondo marino en las regiones donde actualmente hay escollos. Así las aplicaron según las últimas predicciones de los cambios que sufrirán debido a los cambios en la temperatura, la acidez, la fuerza de las olas y la presencia de polución y los efectos de la pesca.
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Así es como han llegado a la conclusión de que, en 2100, los lugares adecuados para el desarrollo de los corales serán extraordinariamente escasos. Estarán limitados a algunas partes de la Baja California, en México, y en el Mar Rojo. Si la combinación de todos estos factores ya está impactando muy negativamente los arrecifes, en el futuro la devastación será prácticamente total.
El blanqueamiento como advertencia
Entre los años 2014 y 2017 casi tres cuartas partes de los arrecifes de las zonas tropicales del planeta sufrieron temperaturas suficientemente altas como para iniciar procesos de blanqueamiento. Esta expulsión de unas algas que viven en simbiosis, debido al estrés sufrido, los hace más proclives a sufrir enfermedades. De ahí que las perspectivas de futuro parecen indicar que este fenómeno será cada vez más habitual.
Así, los esfuerzos para eliminar la contaminación de los mares y restaurar los arrecifes, además de frenar el cambio climático, son esenciales para asegurar la superviviencia de unos ecosistemas especialmente vulnerables y enormemente ricos que, si no se hace nada, habrán desaparecido en menos de ochenta años. A.S. Món Planeta