De apostar por la economía circular transformando residuos en energía a fomentar el doble acristalamiento. Son dos ejemplos sencillos que pone Jorge Oliveira de cómo trabaja Solvay en España. El director general de este grupo químico explica el trabajo que están realizando para lograr su objetivo global de reducción de emisiones en 2025.
—¿Cuál es el objetivo de Solvay a nivel mundial en términos de reducción de gases de efecto invernadero?
—Solvay tiene un objetivo muy ambicioso desde hoy y hasta 2025 que es reducir en toda la compañía a nivel mundial la cantidad de un millón de toneladas de CO2.
Además, la compañía tiene el objetivo de integrarse aún más en la economía circular. Y, al mismo tiempo, producir muchos más productos y servicios que contribuyan a que otras empresas mejoren sus emisiones y reduzcan también el contenido de carbono emitido a la atmósfera.
![Jorge Oliveira, director general de Solvay España y Portugal](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2020/04/Jorge-Oliveira.jpg)
—¿Cuál es la aportación que puede hacer Solvay a España para cumplir ese objetivo?
—Estamos trabajando en toda una serie de frentes diferentes para lograr el objetivo. Actualmente estamos trabajando, por ejemplo, con Suez en un proyecto de transformación de residuos en energía, un proyecto de lo más emocionante para nosotros.
Estamos inmersos en un proyecto que estará perfectamente integrado en la economía circular local, en el que al mismo tiempo que recuperamos residuos que todavía hoy van al vertedero, en el futuro una vez tratados los usaremos como combustible alternativo. Con ello, a la vez generaremos calor, que es lo que necesitamos para nuestro proceso.
—¿Cómo pueden ayudar los productos que fabrican en su empresa a la lucha contra el cambio climático?
—Pondré un ejemplo muy sencillo e ilustrativo: el vidrio. La producción de vidrio, por ejemplo, para su uso en los cristales de las ventanas de los edificios.
Por cada tonelada de carbonato sódico producido, emitimos una tonelada de CO2. Pero, con una tonelada de carbonato sódico más tres toneladas de arena, producimos vidrio. Produciendo este vidrio y usándolo en una ventana de doble acristalamiento, en su ciclo de vida que podemos estimar de treinta años, este doble acristalamiento va a proteger y mantener la temperatura dentro de una casa, y con ello se evitarán alrededor de 90 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera. Este es un buen ejemplo, creo, de cómo producimos algo, que luego en sí mismo evita emisiones de CO2.
—¿Cuál es la ambición de su empresa en el horizonte 2050?
—Para nosotros, 2025 ya será muy ambicioso en sí mismo. En cualquier caso, 2025 es la fase de eliminación gradual del carbón en este interesante proyecto en el norte de España.
Para 2050 creo que la gran mayoría de las empresas estarán apuntando hacia procesos productivos neutros en carbono. Ese debe ser uno de nuestros objetivos globales.
¿Cómo aplicará la Unión Europea la acción climática para 2050?