Cuando el mundo se tuvo que detener por la enfermedad que genera el coronavirus, la digitalización reafirma su radical importancia. De eso sabe Adrián Ballester, el diputado que presenta el proyecto alicantino para el reto de la Comisión Europea Cien ciudades inteligentes.
El proyecto multianual acaba de terminar el plazo de presentación de candidaturas para acceder a la segunda fase. La Diputación de Alicante prosigue su trabajo para formar parte de esa «red de ciudades que quieren convertir diferentes territorios de Europa en líderes de la digitalización».
Ballester destaca que con la transformación social y la actual crisis de la covid-19 ha hecho que «la digitalización es más necesaria que nunca». Y en su área encuentra los ejemplos de ese cambio y del trabajo hecho: «En las Administraciones públicas se han cambiado múltiples formatos. Estamos haciendo videoconferencias para órganos de gobierno como plenos, juntas, comisiones…».
Lo que en apenas dos meses y medio ya parece convencional, no tienen ni un marco legal para hacerlo, recuerda Ballester. Un cambio que se ha conseguido porque «todos nos hemos puesto las pilas». El trabajo por el que se han presentado como entidad local tiene la ambición de ampliarse a los 141 municipios de la provincia de Alicante. «Y la Diputación quiere liderar ese proceso con la Comisión Europea», destaca desde su despacho de la sede de esta administración.
Pueblos inteligentes, el reto de hacer útil la tecnología a todos
La adaptación previa hecha durante estos años les ha ayudado a sobrellevar mejor la dureza de esta situación. Así lo ve el diputado de proyectos europeos. «Tenemos hecho un trabajo muy importante en la administración electrónica», subraya. «Eso ha supuesto que, al día siguiente de declararse este estado de alarma y con la virtualización de los puestos de trabajo, los funcionarios podían trabajar desde su casa».
El primer pleno telemático de la Diputación
Desde firmar todo tipo de documentos o hacer expedientes, Ballester resalta que «en un momento crítico, la Administración pública en la provincia da Alicante no ha parado ni un segundo de dar servicio a la ciudadanía». Ese ejemplo no ha pasado desapercibido. Como apunta, han sido varios quienes han llamado desde que celebraron el primer pleno telemático. Este 25 de marzo representaba un hito al celebrarse de este modo. «Creo que fuimos la primera administración pública en España en hacer un pleno virtual y que estaba en directo a través de las redes sociales».
Al divulgarlo de ese modo, Ballester subraya que se cumple con «la máxima transparencia». Un factor que subraya en particular porque «ha sido una de las críticas que han tenido alguna de las administraciones que han cerrado sus portales de transparencia». No ha sido el caso de la de Alicante: «No ha cerrado su actividad sino que la ha hecho más transparente que nunca en un momento crítico como el que hemos vivido».
El proyecto de la Diputación para las Cien ciudades inteligentes pretende ofrecer «el valor añadido de vivir en un pueblo». Ballester insiste en esa atención a las poblaciones de menor tamaño. «La Diputación está centrada en los municipios de menos de veinte mil habitantes», explica, «y hemos visto que con los que tienen fibra óptica se podía teletrabajar sin ningún problema».
Ballester resalta que para estos municipios se «tiene la misma capacidad tecnológica, o más, que cualquiera de las grandes ciudades de la provincia de Alicante. Y eso es gracias a la Diputación y al trabajo de transformación digital que venimos haciendo en los últimos años».
La conexión en fibra marca la diferencia
Eso hace que Ballester destaque aún más con esta crisis «lo bueno que es vivir en municipios de menor población». La clave para que eso lo permita es el contar con «una red de comunicación buena en comparación con otras provincias». El disponer de esas conexiones de transporte es tan necesario «como el tener esas autopistas digitales: es importante que llegue a todos los municipios». El diputado cree que esta transformación digital forzosa por la crisis de la covid-19 volverá a dar valor de vivir en zonas rurales».
En ese empeño están reunidos diferentes organismos como las universidades y sus parques científicos, asociaciones empresariales y colegios profesionales. Todos ellos coinciden en que la calidad de vida en Alicante «es envidiable por el clima y las condiciones económicas». «La digitalización y las reuniones por videoconferencia han venido para quedarse», razona, «con lo que se puede dar valor al territorio».
Unos atractivos que ya han descubierto grandes empresas, señala. «Algunas compañías que tienen localizaciones en la provincia y están ofreciendo a sus empleados venirse aquí a pasar unos días deslocalizados de su compañía y cambiar de mentalidad». Otros valores que se han descubierto con la cuarentena en estas poblaciones «es la apertura de horarios, el que la gente no esté amontonada… Hay que poner en nuestra vida otros valores que no habíamos tenido en cuenta. Las zonas rurales se tienen que potenciar. Y desde la Diputación hemos tenido un compromiso desde siempre y ahora mucho más».