Naciones Unidas demanda en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia el reconocimiento al trabajo como mejora en la innovación. «Promover la igualdad de género en la ciencia y la tecnología es fundamental para construir un futuro mejor», ha sostenido el Secretario General António Guterres.
Con la pandemia de la covid-19, esta es una demanda más necesaria. Así asegura que se ha probado durante 2020. Un repaso a las cifras de profesionales de la salud recuerda que son ellas el 70 % de la fuerza laboral. Según denuncian desde la ONU, también son las más afectadas por la pandemia y las que lideran la respuesta.
En ese contexto, la organización ha recordado que los laboratorios cerrados y las mayores responsabilidades de atención representan otros dos desafíos que deben afrontar las mujeres en ciencias. A eso hay que añadir que las mujeres son las más afectadas por el cierre de escuelas y el trabajo desde casa. Por eso denuncian que las desigualdades de género han aumentado drásticamente durante el último año.
El repaso a las cifras corrobora la dureza de esta realidad. Guterres ha avanzado los datos del informe sobre ciencia que este jueves presenta la Unesco y cuyo capítulo dedicado a la perspectiva de género se titula Para ser inteligente, la revolución digital debe ser inclusiva.
El peso vigente de los estereotipos
Entre esos números, ha destacado que las mujeres representan solo un tercio de los investigadores del mundo y ocupan menos puestos de responsabilidad que los hombres en las mejores universidades. Unos hechos que considera fruto de los estereotipos, que las han alejado de los campos relacionados con la ciencia.
Las consecuencias que tiene esta realidad son devastadoras. «Una tasa de publicación más baja, menos visibilidad, menos reconocimiento y, fundamentalmente, menos financiación», ha enumerado el secretario general. De ahí que haya subrayado que «las mujeres y las niñas pertenecen a la ciencia«. Trasladarlo a la práctica tiene sus beneficios, «una mayor diversidad fomenta una mayor innovación».
Tu asistente virtual y el machismo
¿Y qué pasaría si se mantuvieran las actuales barreras? «Sin más mujeres en ciencias, el mundo seguirá siendo diseñado por y para hombres, y el potencial de las niñas y las mujeres seguirá sin explotar», ha alertado. Un ejemplo de ello lo han estudiado en el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Como recordaron en 2019, los hombres que lo programan replican los sesgos existentes. Es lo que denunciaron al acusar de sexistas a asistentes como Siri y Alexa.
A pesar de los cambios introducidos por algunas grandes compañías para superar ese tratamiento machista, desde la Unesco remarcan la necesidad de continuar. La subrepresentación de la contribución de las mujeres en ciencias significa que es probable que se pasen por alto sus necesidades y perspectivas en el diseño de productos que impactan en nuestra vida diaria. Un aspecto a tener muy cuenta cuando el impacto de la IA en las prioridades sociales sigue creciendo, como se ve con las aplicaciones para teléfonos inteligentes.
Sin programadoras, con prejuicios
«Las habilidades en ciencias también son cruciales para cerrar la brecha global de usuarios de Internet», ha insistido Guterres. Por ello, ha demandado un esfuerzo global para «poner fin a la discriminación de género y garantizar que todas las mujeres y niñas alcancen su potencial y sean una parte integral en la construcción de un mundo mejor para todos». El plan que buscan es «evitar que la Industria 4.0 perpetúe los prejuicios tradicionales de género».
Y de vuelta a los datos, no vamos por buen camino. Las mujeres todavía representan solo el 28 % de los graduados en ingeniería y el 40% de los graduados en ciencias de la computación e informática, según la Unesco. Unas cifras en las que añaden que hay que tener en cuenta que la Cuarta Revolución Industrial va escasa de personal con habilidades en la mayoría de los campos tecnológicos que la impulsan.
En esa línea, el secretario general no ha olvidado la perspectiva económica. La presencia de las mujeres es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El objetivo debe ser cerrar las brechas salariales de género y aumentar los ingresos de las mujeres en 299 mil millones de dólares durante los próximos diez años, según Guterres.
Las palabras del secretario general no se han quedado solas en esta petición. La directora de la Unesco, Audrey Azoulay, ha denunciado que «incluso hoy, en el siglo XXI, las mujeres y las niñas están siendo marginadas en los campos relacionados con la ciencia debido a su género». Frente a ello, «las mujeres necesitan saber que tienen un lugar en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y que tienen derecho a participar en el progreso científico», ha concluido.