Un estudio científico mide durante dos décadas los cambios en los flujos de carbono en la biomasa leñosa del planeta. El estudio ha sido liderado por la NASA en colaboración de varios centros de investigación internacionales como la Unidad Mixta de investigación CTFC - Agrotecnio y la Universitat de Lleida.

Elaboran el mapa global de flujos de carbono en los bosques del siglo XXI

Los ecosistemas terrestres, especialmente los bosques, han demostrado ser un sumidero creciente de CO2 atmosférico durante décadas. De hecho, su restauración se considera una de las soluciones basadas en la naturaleza más eficaces para mitigar el cambio climático. Sin embargo, los flujos de carbono, que pueden liberar y secuestrar a escala global, siguen presentando grandes incertidumbres, tanto espaciales como temporales.

En este contexto, un nuevo estudio científico da un paso adelante en la resolución de estas incertidumbres. Y lo hace mediante la estimación de los cambios de las reservas globales de carbono en la biomasa leñosa del planeta desde el comienzo del siglo XXI. Un trabajo que abarca desde el año 2000 hasta el 2019. El estudio ha sido liderado por la NASA y ha contado con la colaboración de varios centros de investigación internacionales entre los que se encuentra la Unidad Mixta de investigación CTFC – Agrotecnio y la Universitat de Lleida.

En el estudio se demuestra que las estimaciones de las emisiones y absorciones de carbono por parte de la biomasa viva explican aproximadamente más del 80 % de los flujos terrestres globales. Un dato que enfatiza el papel fundamental de la biomasa en la mitigación del cambio climático. Además, los resultados también confirman que las emisiones y absorciones en zonas tropicales son cuatro veces mayores que las de los ecosistemas templados y boreales juntos. De este modo, se remarca la necesidad de construir políticas internacionales para reducir las emisiones derivadas de la deforestación. Y también para la degradación tropicales y priorizar la mejora y conservación de los sumideros y almacenes de carbono que representan los bosques del planeta.

Todo cuenta

Aparte, el estudio no solo pone atención a la biomasa proveniente de los bosques sensu stricto, sino que también incluye otros clases. «Este tipo de vegetación, como los bosques abiertos, la sabana y los matorrales, aunque a menudo ha sido menospreciada, tiene una contribución en los flujos de carbono más importante de lo que se conocía», explica Sergio de Miguel. Este es uno de los autores del artículo, profesor de la Universidad de Lleida e investigador de la Unidad Mixta de Investigación CTFC- Agrotecnio.

«La biomasa de los ecosistemas terrestres es parte de la solución ante los retos del cambio climático», añade de Miguel. Y por eso alerta al tiempo de que «si no se hace una gestión sostenible de los ecosistemas a escala global, esta misma biomasa puede llegar a ser parte del problema». Un futuro que ve posible si los sumideros de carbono pierden su funcionalidad y se incrementan significativamente las emisiones del carbono acumulado en los ecosistemas de la Tierra. Un panorama que parece que está ocurriendo en algunas regiones del planeta».

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Tal y como demuestra el estudio, se encuentran diferencias en los flujos de carbono en función de las regiones del planeta. Según explica de Miguel «determinadas regiones actúan como sumideros limpios, reteniendo más carbono del que emiten, mientras que otros presentan una tendencia opuesta y emiten más carbono del que acumulan». Así, los resultados del estudio estiman que el 90 % del carbono que los bosques de todo el planeta absorben de la atmósfera se compensa con la cantidad de carbono liberado debido a alteraciones en el ecosistemas originadas por el cambio global de usos del suelo y de las condiciones ambientales.

Diferencias por regiones

¿Cuáles son, a grandes rasgos, algunas de las principales regiones que actúan como sumideros de carbono? En este listado de bosques abren los de coníferas occidentales y boreales de América del Norte. A estos les siguen los tropicales de África, así como los subtropicales en el este de China y los boreales de Siberia oriental. Por el contrario, algunas regiones donde se encuentran los bosques tropicales húmedos de América del Sur durante el siglo XXI han emitido más cantidad de carbono de la que han acumulado. Esto se debe en buena medida a los procesos de deforestación y degradación de los ecosistemas forestales, junto con el impacto de las sequías.

Para realizar el estudio, el equipo ha utilizado un algoritmo de aprendizaje automático basado en inteligencia artificial. Este sistema reduce la incertidumbre a medida que los datos de los inventarios de biomasa forestal mejoran con el tiempo. Los datos se han obtenido mediante la combinación de diferentes técnicas y tecnologías de sensores remotos y teledetección. Entre ellos,  láseres y radares satelitales y aerotransportados, con datos de inventarios forestales obtenidas en campo. Món Planeta

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