En el 2020 la mejoría de la calidad del aire se ha hecho palpable en toda España. ¿Toda? No, en el centro del país una plaza sigue siendo uno de los puntos negros al repasar las cifras del año. Es la dedicada a Fernández Ladreda, o como en Madrid la conocen, la plaza Elíptica.
Este es uno de los datos que recuerda este martes el Ministerio para la Transición Ecológica en su Informe de Evaluación de la Calidad del Aire en España, correspondiente al año 2020. Y como destacan, hay una mejoría respecto a 2019 en lo que se refiere al número de zonas que registran superaciones de dióxido de nitrógeno (NO2), partículas (PM10) y ozono (O3).
Y a qué creen que se debe esta reducción. A la movilidad. O mejor dicho, a la falta de ella. El equipo que ha preparado el informe considera que el impacto que esta ha tenido «ha resultado unos niveles de calidad del aire nunca antes registrados».
Estos datos son especialmente importantes porque son los que se notificarán a la Comisión Europea antes del 30 de septiembre de este año. Ahí es donde se debe decir cuales son los valores con respecto a los valores legislados.
¿Qué es lo que han medido? Dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) óxidos de nitrógeno (NOx), partículas (PM10 y PM2,5), plomo (Pb), benceno (C6H6), monóxido de carbono (CO), ozono (O3), arsénico (As), cadmio (Cd), níquel (Ni) y benzo(a)pireno (B(a)P).
Lo peor y lo mejor, en uno
Y con el NO2 es aparecen los problemas de uno de los mayores intercambiadores de tráfico de España, la mencionada plaza Elíptica. Es la única zona de España que menciona el informe que ha superado el valor límite anual. La concentración media anual alcanzada en la peor estación situada dentro de la zona, Plaza Elíptica, fue de 41 microgramos por metro cúbico. La parte positiva que ve el informe es que el 2019 fueron otras dos más las que aparecían en la lista.
De ahí que resalten las mejoras en los dos apartados en que lo hacen, los valores límite horario y anual. En ambos los datos son más adecuados frente al año anterior. En el que considera todo el año se destaca que disminuye el número de aglomeraciones urbanas con superación. Y en lo que respecta al horario, se consigue un pequeño hito. Desde 2004 no se había conseguido quedarse por debajo de esta marca en ninguna zona de calidad del aire.
Aún hay mucho que trabajar en ese apartado. Madrid, Barcelona y Mollet del Vallés son las tres áreas urbanas donde se producen más muertes por dióxido de nitrógeno. Con estas tres, España se convierte en el país europeo que más padece este problema.
La reducción de emisiones por la covid no es suficiente para alcanzar los objetivos climáticos
Partículas en suspensión
El otro apartado donde se puede presumir de mejoría es en las partículas en suspensión (PM10). Eso sí, hay una única superación del valor límite diario en la localidad asturiana de Avilés y deja de superarse en Villanueva del Arzobispo. Con respecto a la evaluación del valor límite anual, se mantiene la buena situación registrada en 2019, con ninguna zona con superación tras el descuento de fuentes naturales.
¿Dónde mejorar? En el ozono troposférico (O3). Este 2020 se siguieron registrando niveles elevados en zonas suburbanas o rurales. Y eso se debería en gran medida a la alta insolación y a la emisión de sus precursores (principalmente NOx y compuestos orgánicos volátiles). La situación es muy similar a la de años anteriores, si bien se aprecia un descenso en el número de zonas que superan el valor objetivo para la protección de la salud respecto a 2019 (pasan de 34 a 28).
La salud está en el aire
La preocupación por el impacto en la calidad del aire y la salud es una prioridad cada vez mayor. Al repasar los datos de 2020 lo lógico era abordar en particular la relación entre la calidad del aire y la COVID-19. También se recoge un análisis comparativo de la calidad del aire en España con respecto a los valores guía de la Organización Mundial de la Salud, más restrictivos que los valores límite y objetivo establecidos en las Directivas Europeas para algunos contaminantes.
¿Qué es lo que hemos aprendido de las restricciones de la pandemia? La mejora sin precedentes en los niveles de calidad del aire registrados en las ciudades españolas, especialmente en lo que al NO2 se refiere, en los meses de marzo y abril de 2020, coincidiendo con el primer estado de alarma y las mayores restricciones, confirman que es preciso avanzar hacia un nuevo paradigma de movilidad. Y con ello reducir la congestión, contaminación atmosférica, emisiones de gases de efecto invernadero y ruido.