La Agència Valenciana de la Innovació (AVI) ha invertido más 2,4 millones de euros en prevenir la covid-19. Ha invertido en ideas para desarrollar proyectos innovadores que contribuirán a prevenir contagios, optimizar la detección de los mismos y hacer frente a los efectos de la enfermedad. Lo ha hecho en el marco de su convocatoria anual de ayudas en concurrencia competitiva.
«La elevada capacidad de conocimiento científico y tecnológico disponible en el ámbito de la Salud, en la Comunitat Valenciana, permite afrontar numerosos desafíos comunes en esta área». Así lo afirma el vicepresidente ejecutivo de la AVI, Andrés García Reche. «Particularmente, en aquellos relacionados con la lucha contra la covid», apunta.
La Generalitat financia este año a través de la AVI 421 proyectos de innovación: cifra récord
En las iniciativas en las cuales colaboran empresas, universidades, centros de investigación e institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana. Uno de los objetivos es reducir la exposición de los profesionales sanitarios al SARS-COV-2.
Nuevos materiales
El modo es con equipos de protección individual dotados de propiedades viricidas y mascarillas autofiltrantes eficaces frente a este patógeno. De igual modo, se trabajará en el desarrollo de tejidos inteligentes y sistemas de limpieza innovadores. También tratamientos de superficies capaces de minimizar la incidencia de las infecciones hospitalarias, incluidas las producidas por el coronavirus.
En paralelo, las ayudas de la Agència Valenciana de Innovació contribuirán a explorar el uso de nuevos materiales. Elementos con características protectoras y aplicables, por ejemplo, a las baldosas cerámicas o a los componentes del interior del automóvil.
Unidades Científicas de Innovación Empresarial
Estas ayudas se suman a las que la AVI realizó en 2020 a través de los convenios con la UA y la UPV. Unas inversiones concedidas para mantener las Unidades Científicas de Innovación Empresarial del grupo de investigación de Informática Industrial y Redes de Computadores (i2RC) y del Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC), respectivamente.
Este último está trabajando en el desarrollo de nuevos métodos basados en tecnología fotónica. Técnicas que ayuden a detectar el coronavirus SARS-COV-2 de forma rápida, fiable y económica. Mientras, el i2RC apuesta por sistemas de desinfección del aire y superficies mediante el uso de ozono.