Una cartografía que dibuja cómo será la costa entre 2050 y 2100. El Institut Cartogràfic Valencià presentaba a finales de septiembre un visor digital que alerta de las terribles consecuencias que el cambio climático está previsto que traiga a la costa valenciana. El informe sigue los parámetros del panel de expertos de la ONU —el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)— y es una excelente herramienta para prever cuáles son las emergencias críticas para la agenda urbana de las próximas décadas. Frente a eso, posiciones como la de la climatóloga suiza Sonia Seneviratne del propio IPCC que demanda acción frente a los peligros que vienen.
El mapa permite visualizar cómo cambiará el oleaje, la marea meteorológica, la altura del nivel del mar, la temperatura superficial, las inundaciones y erosiones y los riesgos naturales y socioeconómicos. Unas predicciones catastróficas que se unen a las imágenes apocalípticas de un septiembre que no solo ha traído las usuales inundaciones en zonas urbanas, sino incluso la erupción de un volcán. Los humanos nunca dominaron la naturaleza.
En riesgo
L’Albufera de València es uno de los ecosistemas más débiles, según el informe encargado por la Conselleria de Transición Ecológica, pero no el único. La cota de inundación en Dénia, Calp y Xàbia subiría tres metros. Mientras que las huertas de Alfafar, Sueca o San Fulgencio serían las más vulnerables, hasta perder 27.000 hectáreas de cultivo en todo el territorio.
«El mejor indicador de que la modelización funciona es que ya se están cumpliendo los efectos que pronostica», afirmaba la consellera. Es el caso, por ejemplo, de la tendencia erosiva en las playas del centro del golfo de València; El Saler y Pinedo ya han retrocedido entre 30 y 60 metros en la última década.
La Marina Alta y la costa del Baix Maestrat son los otros puntos de presión climática. Sobre el plano, en todos los escenarios de predicción la cota de inundación afecta, al menos, al 1 % de la población de la Comunidad Valenciana; unas 50.000 personas que deberán abandonar sus casas.
Cómo se desencadena el desastre
Unas conclusiones que se suman a las advertencias sobre la irreversibilidad del cambio climático alertadas en el informe del IPCC el pasado agosto. Pero la climatóloga suiza Sonia Seneviratne no contuvo su frustración. “No tiene sentido que nos limitemos a observar cómo se desencadena el desastre si nadie hace nada al respecto”, declaró en directo.
Profesora en el Instituto de las Ciencias Atmosféricas y Ambientales de la ETH de Zurich y miembro del IPCC, Seneviratne alertaba en la radiotelevisión pública suiza que “el cambio climático está ocurriendo ahora. Estamos en el inicio de un nuevo régimen climático, pero no todos se dan cuenta de ello; cuando hablo con los políticos tengo la impresión de que no los han leído”.
Porque Sonia Seneviratne no solo apela a pequeñas decisiones individuales, sino a grandes cambios que inevitablemente son políticos: “Tenemos que dejar de consumir energías fósiles. Existen alternativas, aunque mucha gente tiene miedo al cambio. No tenemos que cambiar profundamente nuestro estilo de vida. Podemos llevar una vida igual de cómoda con pocas emisiones”, subrayaba en SWI.
![Con un trabajo previo en la NASA, la investigadora del IPCC Sonia Seneviratne pide profundos cambios políticos - Christian Schnur](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2021/10/F2-Con-un-trabajo-previo-en-la-NASA-la-investigadora-del-IPCC-pide-profundos-cambios-politicos-Christian-Schnur-1024x693.jpg)
Rebajar el impacto de la globalización
Sonia Seneviratne también alerta sobre la importancia de rebajar el impacto de la globalización. “Importamos la mitad de nuestros alimentos del extranjero. ¿Qué ocurrirá en el futuro si las regiones agrícolas del mundo se ven azotadas por la sequía al mismo tiempo y deciden, por ejemplo, suspender las exportaciones para satisfacer las necesidades internas?”.
La climatóloga incluso ha testificado ante los jueces para apoyar las protestas de activistas por el clima que ocuparon una sucursal de un banco suizo. “Un juez piensa a más largo plazo que un político. Creo que los tribunales pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra el cambio climático, como demuestran algunas sentencias en Alemania y Francia”. Una proyección sobre el futuro que debe pasar a los visores cartográficos que mitiguen los efectos del apocalipsis climático.