Aumentar la visibilidad de las mujeres en la ciencia y demostrar que los esfuerzos funcionan. Es el objetivo del grupo de trabajo Invisibles. Ciencia, innovación, transferencia, educación y política son los ámbitos de actuación de este equipo. Integrado por profesoras de la Universitat Politècnica de València (UPV) e investigadoras del Instituto Ingenio (UPV-CSIC) y de la Universitat de València (UV) uno de las primeras conclusiones señala el avance conseguido. Según destacan, las plantillas de personal de los Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana están equilibradas “porque han funcionado las políticas de igualdad”.
Los cuatro proyectos que desarrollan avalan esas ideas. Según explica la investigadora del equipo de Invisibles y catedrática de la UPV, Mónica García Melón, trabajan simultáneamente en estas líneas: Maggie. Monitoring and Assessing Gender Gap in Events; Invisibles; Monitorización de la brecha de género en los institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana; y el último se centra en el Papel de la Mujer en la Enseñanza y Formación Técnico-Profesional en Colombia.
En Europa
Maggie es un proyecto que se desarrolla en el ámbito europeo. El objetivo que se han marcado con él “es diseñar una herramienta de medida del desempeño basada en indicadores que miden la brecha de género en congresos y conferencias tanto del ámbito científico como político”.
El objetivo de este proyecto es mapear la brecha de género en los encuentros políticos y científicos en estudio para identificar sus debilidades y las razones que existen detrás de esa desigualdad. Y tienen ya varias conclusiones que destacan entre sus resultados. Con ellas desea incentivar la participación de las mujeres tanto en asistencia, participación, liderazgo y a la hora de moderar el encuentro. Así, la investigadora García Melón recomienda, “incluir más mujeres en los Comités Organizadores y en los Comités Científicos». A eso añaden el «repensar el formato de las conferencias para favorecer la conciliación familiar”.
En Invisibles trabajan con indicadores para monitorizar y promover la visibilidad de las mujeres en la ciencia. Es un proyecto, financiado por la Generalitat Valenciana, que está asociado a Maggie, pero centrado en actividades desarrolladas en la Comunitat Valenciana.
Las buenas prácticas valencianas
En el trabajo de Monitorización de la brecha de género de los Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana el equipo ha elaborado una guía de buenas prácticas. El estudio revela que estos centros de investigación presentan un equilibrio significativo en sus plantillas, incluidos los puestos de responsabilidad y de mando. Estos resultados demuestran que los Institutos Tecnológicos están trabajando bien la aplicación de las políticas de género.
En la composición de las plantillas de los Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, “los números avalan un equilibrio de género siendo en total un 51,55% de mujeres en plantilla en promedio en los centros”, asegura García Melón. Para ella “las estrategias de contratación deben ser uno de los pilares fundamentales para cumplir con un equilibrio de género en la organización de los institutos”. Teniendo en cuenta que existe un claro desequilibrio de género en las personas graduadas en las carreras tecnológicas, “que las plantillas de los institutos tecnológicos se encuentren bastante equilibradas significa que las políticas de igualdad han funcionado en las estrategias de contratación”.
“Igualdad en todos los departamentos”
La investigadora afirma que “involucrarse en las materias de género en la organización sigue siendo un asunto feminizado”. De ahí que advierte que “la igualdad no debe recaer solamente en el Comité de Igualdad, sino que debe estar en todos los procesos y departamentos” de los institutos. “Incorporar la perspectiva de género en las distintas etapas del proceso innovador, o de investigación, es una práctica poco frecuente». Un punto en el que añade que además varía dependiendo de la naturaleza del trabajo”.
En referencia al cuarto proyecto que están realizando es “un estudio similar al de los Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, pero en los centros tecnológicos que dependen del Ministerio de Ciencia de Colombia”, explica García Melón. En este país, a pesar de que existe un relativo equilibrio de género en el número de personas contratadas, “los roles de género siguen estando muy arraigados en los modos de trabajo”, añade.
Junto a Mónica García Melón trabajan en el grupo las investigadoras Rocío Poveda, Hannia González, Carmen Corona, Adela García-Aracil y Rosa Isusi. García Melón dirige actualmente la Cátedra de Diálogo Social en la UPV, financiada por Generalitat Valenciana, desde la Dirección General de Coordinación del Diálogo Social. “El dialogo social es una herramienta fundamental para promover la igualdad de género en las políticas públicas de ciencia, educación y empleo”, asegura.