El reto de la gestión de residuos y la economía circular ha sido el tema principal del último #encuentrosiambiente en Paterna. Este ha reunido a cuatro profesionales de distintas áreas para explicar, a través de sus modelos productivos, la forma en que aplican estos valores en su día a día. Su clave, «si no nos hacemos circulares, no existiremos».
En primer lugar, el coordinador del Servicio de Industria, Empresa y Universidad del Ayuntamiento de Paterna, Jose María Martínez, ha destacado que el Ayuntamiento del municipio está “muy comprometido con la sostenibilidad”. Además, ha hablado de numerosos proyectos en los que participan como la Red Española de Ciudades por el Clima y el Pacto de los Alcaldes (Paces), la declaración de Sevilla, la Red Retos, así como en la Red de Entidades Locales de la Agenda 2030.
Un proceso de compra verde
Desde 2008, el Ayuntamiento de Paterna lleva a cabo la aplicación de cláusulas sociales y especiales de ejecución en la contratación pública para luchar contra el desempleo. “Queremos dar un paso más instrumentando un proceso de compra verde, donde ya esté recogido de una manera más sistemática. Por ejemplo, a la hora de licitar, pues que los proveedores tengan un componente de sostenibilidad tanto en sus productos como en sus servicios”, explica el coordinador.
Por otro lado, Martínez destaca que uno de los principales objetivos de Paterna es el fomento de prácticas en economía circular, así como el impulso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible entre nuestras pymes y micropymes.
“Las empresas son grandes consumidoras de materias primas, de agua y energía, por lo que generan la mitad de los residuos que producimos. Si a eso le añadimos también el papel que juega una administración local, nos damos cuenta que la implantación de muchos de los ODS están vinculados a la actividad de las Pymes, pero sobre todo de las administraciones locales”, explica Martínez.
Crisis de suministros, oportunidad local
Desde 2021, Paterna trabaja en su Plan Municipal de Economía Circular, con el objetivo de reducir los costes de producción y ganar competitividad. “Ahora es el momento porque las empresas están mucho más receptivas. Al existir una crisis de suministros, están buscando recursos de proximidad, por lo que la economía circular puede jugar un papel muy importante”.
El tejido productivo de Paterna no acaba de identificar de una forma muy clara estos beneficios, pero sí que tiene un adecuado conocimiento del concepto de desarrollo sostenible, que es “un aspecto clave para la concienciación y el fomento hacia formas de producción y consumo más respetuosas con el medio ambiente”, explica Martínez.
“Ya desde hace tiempo nuestra propia página web Paterna, Ciudad de Empresas, cuenta con un apartado específico que intenta dar información del concepto de economía circular”, como el Observatorio de la Sostenibilidad y Transparencia.
En cuanto a los proyectos destaca, la creación de una Oficina de Transformación Comunitaria (OTC) para la promoción y dinamización de comunidades energéticas en el marco del Programa de Regeneración y Reto Demográfico del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. “En definitiva, nuestra estrategia lo que ha intentado es seguir con los pasos que estamos intentado dar en el fomento y desarrollo de una economía circular por ser la administración más próxima tanto a los ciudadanos como a las empresas”, explica Martínez Santamaria.
Evolución del término medioambiental
En segundo lugar, la jefa de la Sección de Procesos y Sostenibilidad de Aidimme, Alicia Pérez, ha destacado la evolución de las empresas en cuanto a la concienciación medioambiental desde la creación de la Unidad de Ingeniería Medioambiental del propio instituto.
“Al principio la única implicación que tenían las empresas en el medioambiente iba ligada al cumplimiento de la legislación. Hoy en día se ha incorporado no solo la parte medioambiental, sino que también se ha incorporado la parte social”, explica.
Pérez destaca que los institutos tecnológicos son, además de centros de investigación, asociaciones de empresas, sobre todo pymes en la Comunidad Valenciana. Desde Aidimme, plantean desde hace ya algún tiempo líneas específicas de actuación de desarrollo e innovación relacionadas con el concepto de economía circular. La responsable de la Sección de Procesos y Sostenibilidad destaca dos: Circulariza y Circulatoo proyectos orientados a las industrias de la madera y el metal. “Calcula, mejora tu nivel de circularidad y certifícalo”, es el lema de esta iniciativa.
Los proyectos de Aidimme
Por ello, Aidimme ha trabajado en numerosos proyectos como TRIS, Insylay, Simbynet o el Observatorio de Simbiosis Industrial de la Comunidad Valenciana. Asimismo, Pérez ha recordado la importancia del concepto de simbiosis, como cualquier asociación en la que sus miembros se benefician unos de otros.
“Para aplicar la economía circular no nos tenemos que centrar solamente en las empresas, sino que tenemos que extenderlo a una nueva filosofía que se puede implantar en asociaciones empresariales, municipios.Y si no involucramos a todas las partes es complicado que esto se pueda llevar a cabo”.
Además, ha hablado de la importancia de unir esfuerzos entre las administraciones públicas, asociaciones y federaciones empresariales para potenciar la colaboración entre las empresas y conseguir así hablar a medio plazo del proceso de circulares tangibles.
“Estamos en el buen camino, pero aún queda mucho por hacer. Debemos aprovechar la gran oportunidad que nos brinda la simbiosis industrial para lograr la implantación de la economía circular”, concluye.
El reto de la economía circular
Por otro lado, la gestora de proyectos e investigadora en sostenibilidad ambiental, económica y social en Cetaqua, Laura Flores, ha hablado sobre el reto de la gestión de residuos y la economía circular.
“Tenemos un caso de crisis climática y una escasez de recursos, esto hace que las administraciones apuesten por un nuevo circular y verde. Esto a su vez se transmite a las empresas, industrias y otras asociaciones que también hacen que quieran cambiar su modelo de negocio. Pasamos de un modelo lineal a un nuevo modelo circular donde se disminuyan sobre todo las emisiones y se preservan y promueven los recursos naturales”, explica.
Para comenzar, Flores ha comentado tres principales aspectos de la circularidad. El primero de ellos, una apuesta consistente por la economía circular ante los efectos del cambio climático. En segundo lugar, destaca la transición ecológica, que está dentro de un marco de actuación internacional y de donde derivan regulaciones y recomendaciones que afectan a municipios e industria. Por último, destaca la oportunidad económica que la economía circular supone para las empresas. De tal forma que se consigue eficiencia y ahorro energético, pero de ella también se derivan múltiples beneficios en distintos ámbitos como la regeneración, el reciclaje o el acceso a nuevos recursos, entre otros.
Las líneas de Cetaqua
Desde Cetaqua llevan a cabo principalmente tres líneas de actuación. En primer lugar identifican las oportunidades de la economía circular, las implementan y las monitorizan. Por otro lado, también se encargan de calcular la huella hídrica de cualquier actividad productiva para posteriormente reducirla. Por último, calculan la huella de carbono y ofrecen soluciones para descarbonizar procesos.
En cuanto a los proyectos de simbiosis industrial en los que han trabajado destaca: la conservera para la obtención de ácidos grasos volátiles, la valorización de salmuera para la producción de hipoclorito sódico, la recuperación de metales y ácidos para su reutilización en minería y la reutilización de membrana para osmosis inversa para otros sectores.
La importancia del cambio
Por último, ha sido el turno del vicepresidente de desarrollo de materiales desde la empresa Cabka, Javier Ramón García. Transformation matters o lo que es lo mismo, lo que importa es el cambio, es el lema de Cabka. “Llevamos 28 años cogiendo residuos que en España se van al vertedero y en Alemania los acaban gastando”, explica. A su vez, añade que donde algunos ven residuos, “nosotros vemos una oportunidad”.
Cabka, que se fundó en 1994, ofrece soluciones transformadoras de embalaje para el transporte. Todo ello, mediante la creación de cadenas de suministro más eficientes y sostenibles. A ello añaden reciclar plásticos y cerrando el círculo de residuos a tratar en producción.
La economía influye para facilitar las nuevas ténicas
García confiesa haber aprendido algo importante sobre sostenibilidad en las últimas semanas. “Al estar en bolsa te obligan a tener unos criterios de gobernanza y sostenibilidad tremendos. Primero te obligan a ti y después tu empresa obliga a tu cadena de proveedores y otras empresas a seguirlos. No es una opción y los cambios ahí se quedan”, explica.
En concreto, Cabka cuenta con más de 700 trabajadores que están ubicados en 6 plantas de producción y reciclado. Tienen presencia en diferentes países como Estados Unidos, Amsterdam, Alemania, Bélgica y España. Entre los servicios que ofrecen se encuentran el programa de recompra de productos usados, el análisis e información del ciclo de vida, el seguimiento de localización (IoT), así como su reparación.
García se siente orgulloso del Centro de Innovación, que está ubicado en Paterna. Se trata del motor de innovación del Grupo Cabka, con importantes beneficios para su base de clientes. “Los recursos son ilimitados pero las posibilidades son ilimitadas”, resume así el significado que la sostenibilidad tiene para el grupo. Y de despedida de la charla de #encuentrosiambiente en Paterna, García tiene claro el mensaje: «Si no nos hacemos circulares, no existiremos».