«Estas cenizas volcánicas cumplen con los requisitos normativos para su uso como adición mineral en cementos». Así describen los expertos de la Universitat Politècnica de València los primeros resultados de sus investigaciones para que puedan surgir nuevas soluciones en el sector de la construcción de la destrucción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma. Un logro, como remarcan, porque la ceniza procedente de erupciones tiene características diferentes.
Los resultados obtenidos hasta el momento por el equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón muestran que se trata de cenizas volcánicas suficientemente reactivas. Es decir, pueden aplicarse en la fabricación de cementos con adiciones (del tipo II) o cementos puzolánicos (de tipo IV). Y otro valor importante que destacan en la presentación de estos primeros resultados es que las cenizas muestran una buena homogeneidad, teniendo en cuenta las diversas procedencias de las muestras recogidas.
“Hasta la fecha, hemos realizado ensayos de tipo físico, químico, mineralógico y mecánico«, explica Jordi Payá. Miembro del del Grupo de Investigación en Química de los Materiales de Construcción, o Giquima, del Instituto Icitech de la Politècnica de València, destaca que «los resultados demuestran que estas cenizas volcánicas cumplen con los requisitos normativos para su uso como adición mineral en cementos”.
Junto a Jordi Payá, participan en el proyecto María Victoria Borrachero, Lourdes Soriano y José Monzó, investigadores del Instituto Icitech. Además, participan Mauro Tashima y Stanislav Barashkin, alumno del Máster Oficial en Ingeniería del Hormigón de la UPV.
Cada ceniza es singular
Habitualmente se han estudiado cenizas volcánicas que tienen cientos o miles de años, pero en este caso se trata de cenizas de reciente emisión, lo que las hace singulares. Por otra parte, cada emisión volcánica produce unas cenizas de características diferentes. Por lo que, según apunta el equipo del Icitech, es necesario estudiar cada caso en particular.
“Estas cenizas volcánicas se deben considerar como un residuo natural, ya que es un material que ha ocupado o está ocupando espacios que corresponden a infraestructuras, industrias, vías de comunicación, campos de cultivo y viviendas. De ahí la importancia de llevar a cabo estos estudios para poder reaprovechar este material”, añade Victoria Borrachero.
Lourdes Soriano señala que, para recuperar una parte de la actividad social y económica, y, además, preservar el medioambiente, es necesaria una valorización. Y que esta asuma el uso de los varios millones de toneladas que pueden estar disponibles de estas cenizas. “Y, a la vista de los primeros resultados de nuestro estudio, los materiales basados en cemento constituyen una gran alternativa para la gestión de ese gran volumen de material residual. Por ello, este proyecto es un ejemplo más del impacto social de la investigación. En este caso, de nuestra contribución desde la UPV a las estrategias de recuperación de la isla”, añade Lourdes Soriano.
El objetivo principal del equipo del Giquima-Icitech de la Universitat Politècnica de València es dar valor a esa ceniza en el ámbito de la ingeniería civil. Y lo harán por medio de la recogida, gestión, acondicionamiento y aplicación a través de una empresa cementera o constructora. “Ahora estamos analizando ya proyectos en los que se puedan aplicar los resultados derivados de la investigación”, añade José Monzó.
Cómo utilizarlo
El equipo del Giquima-Icitech de la Universitat Politècnica de València presentará los resultados del proyecto en el próximo Congreso Nacional de Materiales. Este se celebrará del 28 de junio al 1 de julio en Ciudad Real.
Y de cara al futuro, centrará su trabajo en la evaluación del comportamiento de estos cementos a más largo plazo, un año. Y de ahí, en la optimización de la dosificación en la composición de los nuevos cementos con cenizas procedentes del Cumbre Vieja.
El desarrollo de este estudio ha sido posible gracias a la colaboración de las diferentes adminsitraciones, como destaca el comunicado de la UPV. Entre ellas, la Presidencia del Gobierno de Canarias, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Dirección General de Coordinación de la Acción del Gobierno de la Generalitat Valenciana.