Dar una segunda vida a subproductos como los lodos de las plantas de tratamiento de aguas residuales es el objetivo del proyecto FertiLab en el que participa la Universidad Miguel Hernández (UMH). Esta iniciativa cuenta con 600.000 euros de los fondos Next Generation EU para diseñar biofertilizantes, biopesticidas y bioestimulantes aplicables a la agricultura sostenible para mitigar el cambio climático.
El director del Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medioambiente de la UMH, Raúl Moral, explica que la digestión anaeróbica (proceso por el cual microorganismos descomponen material biodegradable en ausencia de oxígeno) es de vital importancia para afrontar retos críticos a nivel mundial como el calentamiento global.
En un marco de escasez energética y de encarecimiento de los combustibles fósiles, la digestión anaeróbica se puede utilizar para transformar materia orgánica desechable en productos útiles y, al mismo tiempo, obtener energías renovables de producción local.
Agricultura sostenible frente al cambio climático
“Todo pueden ser beneficios: por una parte, procesamos desechos que no deben ser vertidos. Además, los gases derivados de la descomposición se utilizan como energía. Y, finalmente, el lodo digerido o digestato, el material que queda después de la digestión anaeróbica, se puede emplear para crear fertilizantes, pesticidas y otros productos agrícolas respetuosos con el medio ambiente”, explica Moral.
El investigador de la UMH asegura que el biogás derivado de la digestión anaerobia está experimentando un crecimiento exponencial en Europa en los últimos años. Este puede ser producido localmente, permite tratar residuos orgánicos, generar energía limpia y favorece el desarrollo sostenible o la acción por el clima.
Fertilab, un valor añadido
En este contexto, se desarrolla el proyecto FertiLab en el que participa la UMH. Su principal objetivo es dar una segunda vida al subproducto resultante de la digestión anaerobia, el lodo digerido diferentes orígenes mediante su conversión en tres tipos de productos de valor añadido y de gran interés para la agricultura sostenible.
El proyecto pretende mejorar la sostenibilidad en la agricultura a nivel territorial, basándose en los principios de agroecología, ya que propone cambiar el escenario actual de agricultura intensiva por estrategias más locales, en las que se cierran ciclos de nutrientes y utilizan enmiendas orgánicas en sustitución de productos químicos de alto impacto ambiental, como los fertilizantes minerales y pesticidas químicos.
Nuevos ingredientes agrícolas de base biológica
Por otra parte, FertiLab incluye la evaluación del posible uso y aplicación de los bioproductos obtenidos, fomentando la comercialización y la aceptación en el mercado de nuevos ingredientes agrícolas de base biológica. Además, se aplicará el concepto de ‘Living Lab’ para abordar la fertilización sostenible con la participación de distintos agentes. Este ‘Laboratorio vivo’ actuará como catalizador hacia la implementación de una plataforma abierta en la que se puedan abordar nuevas propuestas agrícolas desde el punto de vista técnico, medioambiental y económico.
FertiLab tiene una duración de tres años, de diciembre de 2022 a noviembre de 2025, y está financiado por los fondos Next Generation de la Unión Europea, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Ciencia e Innovación de España.
El consorcio está formado por tres universidades, dos centros de investigación y un socio industrial. Lidera el proyecto el grupo de compostaje GICOM de la la Universitat Autònoma de Barcelona. Además, de la UMH, participan la Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech (UPC), el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), el Basque Centre for Climate Change (BC3) – Klima Aldaketa Ikergai y la empresa Fomento Agrícola Castellonense, S.A. (FACSA).