En el corazón de la provincia de Valencia, entre montañas y gargantas, se encuentra un tesoro natural que cautiva a los aventureros y amantes de la naturaleza por igual. La Ruta de los Puentes Colgantes de Chulilla es un viaje fascinante que promete emociones intensas y paisajes de ensueño.
Chulilla se encuentra a aproximadamente 60 kilómetros de Valencia capital. El acceso principal es por carretera, a través de la CV-394, que conecta con la CV-3941. Una vez en Chulilla, podemos dirigirnos hacia el Puente Nuevo, donde comienza la ruta. Se recomienda estacionar en el área habilitada para vehículos y seguir las indicaciones hacia el sendero.
Tres Puentes Colgantes de Chulilla para disfrutar de las vistas
La Ruta de los Puentes Colgantes es un sendero circular de unos 10 kilómetros de longitud, que nos lleva a través de un espectacular desfiladero tallado por el río Turia. Durante el recorrido, cruzaremos tres puentes colgantes que se balancean sobre el cauce del río, ofreciendo emociones fuertes y vistas panorámicas inolvidables.
El Puente de la Peña es el primero que encontramos en el camino, con sus imponentes arcos metálicos suspendidos sobre las aguas cristalinas del Túria. A medida que avanzamos, nos adentramos en un paisaje de roca caliza y vegetación mediterránea, donde la naturaleza parece desplegar toda su majestuosidad.
El Puente Colgante de Chulilla es el punto culminante de la ruta, una estructura metálica que se balancea sobre el vacío, desafiando a los intrépidos caminantes a cruzar con valentía. Desde aquí, podemos contemplar las impresionantes vistas del cañón y los acantilados que lo rodean, una experiencia que nos hace sentir pequeños ante la grandeza del entorno.
Finalmente, el Puente de la Muela marca el retorno hacia Chulilla, completando el círculo y cerrando la aventura con broche de oro. A lo largo del camino, encontraremos miradores naturales, cuevas ocultas y rincones donde detenerse a contemplar la belleza del paisaje y recargar energías.
Chulilla, una localidad para disfrutar
Tras una caminata revitalizante, es hora de reponer fuerzas. En Chulilla, los restaurantes locales ofrecen una deliciosa variedad de platos típicos de la región, desde arroces hasta embutidos caseros. No hay nada como disfrutar de una comida tradicional después de una jornada de exploración.
Entre los manjares que se pueden degustar y que son típicos no solo de la zona sino de la provincia o la Comunitat están diferentes arroces en el que destaca la paella valenciana, plato emblemático de la región imprescindible en cualquier visita a Valencia, pero también el arroz al horno, el arroz con costra o el arroz negro. Cada uno tiene su propia preparación y acompañamientos, pero todos comparten la calidad de los ingredientes locales y el sabor inconfundible de la cocina valenciana.
Se puede optar por diferentes embutidos caseros como chorizos, morcillas y longanizas sazonados con especias locales, lo que les confiere un sabor único y delicioso. Y, por último, disfrutar de los dulces tradicionales, entre los que se incluyen los buñuelos de calabaza, las tortas de almendra y los rollos de aguardiente.
Otros atractivos
Además de los puentes colgantes, esta población valenciana cuenta con pinturas rupestres en las cuevas de la zona, como la Cueva del Castillo y la Cueva del Tesoro. Estas pinturas prehistóricas datan de miles de años atrás y son un testimonio fascinante de la presencia humana en la región desde tiempos antiguos y son un punto de interés arqueológico.
Chulilla ofrece otros atractivos dignos de visitar. El Castillo árabe, ubicado en lo alto de un acantilado, es una joya arquitectónica que nos invita a descubrir su historia milenaria. Las vistas panorámicas desde sus murallas son simplemente impresionantes y valen la pena el esfuerzo de la subida. Aquellos que acudan a Chulilla también pueden perderse por las pintorescas calles empedradas del casco antiguo, realmente supone una experiencia encantadora. Aquí encontrarás casas de piedra con flores en los balcones, plazas tranquilas y rincones con encanto que te transportarán a otra época.