Ribesalber, un encantador municipio en la provincia de Castellón, es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza, la historia y el senderismo. Situado en el corazón del Alto Mijares, este pequeño pueblo sorprende con su riqueza paisajística, su patrimonio cultural y sus rutas senderistas que invitan a desconectar y reconectar con el entorno.
Ribesalber: Un rincón natural de Castellón que debes descubrir
Con poco más de 200 habitantes, Ribesalber es un ejemplo de los pueblos que aún conservan la esencia de la vida rural en España. Su nombre, que deriva del árabe «alber» (pozo o fuente), evoca la relación histórica de la localidad con el agua.
El núcleo urbano destaca por sus calles empedradas y su iglesia parroquial dedicada a San Miguel, construida en el siglo XVII, que se alza como un ejemplo de arquitectura religiosa austera pero hermosa. Cerca, el puente medieval sobre el río Mijares es un testimonio de la relevancia estratégica que tuvo la zona en el pasado, cuando servía como paso entre las montañas y las tierras bajas.
El entorno de Ribesalber es un paraíso para los excursionistas. Rodeado de montañas y bosques, el municipio ofrece vistas espectaculares y rincones mágicos. Uno de ellos es la Cueva Negra, una formación rocosa que ha inspirado historias de bandoleros y aventuras. Además, el río Mijares serpentea por el valle, ofreciendo refrescantes zonas de baño en verano y paisajes idílicos durante todo el año.
Una curiosidad es la fuerte tradición de apicultura en la zona, que produce una miel de alta calidad, reconocida por su sabor floral y su pureza.
La gastronomía local es otro de los grandes atractivos de Ribesalber. Los platos típicos como el «tombet» (un guiso de patata y carne) o los arroces al horno son imprescindibles. Para los golosos, los «pastissets de boniato» (empanadillas dulces rellenas de batata) son un manjar que no debe faltar. Muchos de los ingredientes provienen de los huertos locales, reflejando la conexión de la comunidad con su entorno natural.
Senderismo en Ribesalber: rutas para todos los niveles
Ribesalber ofrece varias rutas de senderismo que atraviesan paisajes de ensueño. Entre las más destacadas están la Ruta del río Mijares: Ideal para familias, este paseo sigue el curso del río, pasando por áreas de baño y pequeños saltos de agua.
También podemos encontrar la del Camino de los Bandoleros: Una ruta más exigente que recorre los caminos usados por los antiguos contrabandistas. Es una de las rutas más emblemáticas y desafiantes de Ribesalber. Este sendero no solo ofrece una experiencia física intensa, sino que también transporta a los excursionistas al pasado, recorriendo los mismos caminos que utilizaron los antiguos bandoleros y contrabandistas en el siglo XVIII y XIX. Estas figuras, envueltas en un halo de misterio y leyenda, aprovecharon las intrincadas montañas y bosques del Alto Mijares para sus actividades al margen de la ley.
Con una longitud aproximada de 12 kilómetros y una dificultad catalogada como media-alta, el Camino de los Bandoleros exige resistencia y preparación física. El recorrido incluye ascensos pronunciados, descensos pedregosos y tramos estrechos, lo que lo hace perfecto para los amantes del senderismo más técnico. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena: los paisajes son espectaculares y las vistas panorámicas sobre el valle del río Mijares son inolvidables.
Ruta del embalse de Sitiar a la Font dels Tres Xorros.
Pero, si hablamos de la joya de la corona esta es, sin duda, la Ruta del embalse de Sitiar a la Font dels Tres Xorros. Una experiencia única que combina naturaleza, historia y un toque de aventura. Este recorrido, de dificultad moderada, tiene una longitud aproximada de 7 kilómetros (ida y vuelta) y puede completarse en unas 3 horas. Es perfecta para quienes buscan una experiencia en la naturaleza que no requiera de una gran preparación física.
El punto de partida es el embalse de Sitiar, una obra hidráulica que abastece de agua a la región. Su superficie, rodeada de montañas, crea un reflejo espectacular en los días soleados, convirtiéndolo en un lugar ideal para las primeras fotos del día.
El sendero está rodeado de un bosque mediterráneo donde predominan especies como el pino carrasco, la encina y el alcornoque. En primavera, las flores silvestres como las jaras y el tomillo llenan el aire con su aroma. La ruta es también un lugar privilegiado para observar fauna autóctona: aves como el petirrojo y el arrendajo son comunes, y con algo de suerte, podrías avistar algún jabalí o ardilla en su hábitat natural.
Paradas clave en el recorrido
- El embalse de Sitiar
No solo es el punto de partida, sino un lugar perfecto para comenzar a disfrutar del paisaje. Este embalse, rodeado de montañas, se utiliza para abastecimiento de agua y control de caudales, pero también se ha convertido en un refugio para aves acuáticas, lo que lo hace ideal para los aficionados a la observación de fauna. - El sendero del barranco
El camino sigue el curso de un barranco, donde pequeños arroyos y cascadas forman piscinas naturales en época de lluvias. Este tramo es especialmente fotogénico y ofrece una sensación de frescura inigualable. - La Masía abandonada
A mitad de camino, una antigua masía en ruinas sirve como recordatorio de la vida rural que caracterizó esta zona durante siglos. Aunque está deshabitada, su estructura aún muestra detalles arquitectónicos tradicionales, como techos de teja y paredes de piedra seca. - Font dels Tres Xorros
El destino final de la ruta es la Font dels Tres Xorros, una fuente natural que mana agua de roca caliza a través de tres caños. El lugar es tranquilo y sombreado, lo que lo convierte en un punto ideal para relajarse. Muchos visitantes aprovechan este rincón para disfrutar de un picnic en plena naturaleza.