En el trasiego cotidiano de la ciudad permanecen invisibles, pero hace casi cien años fueron el sostén que garantizaron la vida de centenares de personas. Aunque permanezcan inadvertidos, Alicante es la ciudad europea con más refugios antiaéreos por habitante. Más de noventa búnkers de hormigón han sido catalogados en la última década por el Ayuntamiento de Alicante. Este inició su política memorial hace diez años con la apertura de los refugios de las plazas de Balmis y Séneca.
Entre el Tossal y el Benacantil se ubican la mayor parte de estos noventa refugios catalogados y protegidos automáticamente por ley. Ahora, gracias a los fondos Edusi, el Ayuntamiento va a poner a disposición del público otros cinco refugios ubicados en el perímetro del plan Edusi-Las Cigarreras. Bajo las célebres escaleras del instituto Jorge Juan, en el sótano de la antigua Tabacalera, la plaza del músico Enrique Tordera, los cimientos del Mercado Central y en la calle Marqués de Molins se ubican las cinco piezas que se rehabilitarán por 280 245 euros tras la licitación realizada el pasado 11 de mayo.
A estos dos últimos refugios, el pasado mes de enero aún no se había accedido, aunque la documentación existente sí permite averiguar su localización y su tipología constructiva. En el entorno de Tossal, donde se ubica el refugio de Molins, la tierra arcillosa de la ladera dificultará las tareas de rehabilitación.
Preparados para las obras
Las obras estaban valoradas inicialmente en 335.759 euros y cuentan con un plazo de ejecución de seis meses, si bien ahora está supeditado al desarrollo del estado de alarma provocado por el coronavirus. Las obras incluyen la retirada de escombros, la ejecución de obras de albañilería menor, la instalación de suministro eléctrico y la colocación de raíles para instalar paneles expositivos.
El objetivo final es garantizar la accesibilidad universal a estos refugios y adelantar los trabajos previos a la musealización de los refugios. Esta red salvavidas fue planificada desde 1937 por el Comité Local de Defensa Pasiva. En ella incluían refugios tanto en espacios públicos como privados, ya que las instrucciones obligaban a construirlos en todos los edificios de nueva construcción.
Durante la posterior dictadura, muchos de estos refugios se destruyeron o condenaron. Pero su envergadura es inapreciable a cota de calle, ya que Alicante fue una de las últimas ciudades en ser conquistada por el bando sublevado. Para su defensa, hasta 1938 se construyeron 55 refugios con capacidad para 38 000 personas. Aún así, se preveía la construcción de 37 refugios más, ya que la población censada alcanzaba casi las 90 000 personas, según el INE.
Las mejoras en la licitación permitirán abrir un sexto refugio en Palmeretes
De los treinta refugios inventariados por el Ayuntamiento de Alicante en el perímetro de la Edusi, un sexto búnker se unirá en 2020 a los otros cinco licitados esta semana por el ayuntamiento.
La rehabilitación del refugio fue una de las mejoras incorporadas en el proceso de licitación de la reurbanización de la plaza Castelló de Carolinas Bajas, más popularmente conocida como la plaza Palmeretes. Tras las reivindicaciones de la asociación de vecinos Carolines Baixes-Les Palmeretes, el compromiso de la empresa es iniciar una serie de obras. Entre ellas, retirar escombros, realizar reparaciones mínimas e instalar alumbrado provisional. Todo para un refugio que está tapado pero del que se conoce la ubicación de las dos entradas.
Si su estado de conservación es bueno, la apertura al público será inmediata tras finalizar la reurbanización de la plaza. Unas tareas que debían de comenzar el pasado mes de abril pero que se pospusieron con la crisis sanitaria. Estas obras también están incluidas en los fondos Edusi de la Unión Europea y ampliarán la superficie peatonal de la emblemática plaza y los espacios de juegos para personas mayores y pequeñas.