De la Conca, la primera sal sin microplásticos española y de manantial

Encontrar sal sin microplásticos se ha convertido en misión imposible. Y es que el plástico es, probablemente, uno de los grandes cánceres del planeta. Según Greenpeace España, se tiran doscientos quilos de plástico al mar cada segundo. Ocho millones de toneladas de plástico llegan al mar cada año, formando cinco islas de basura compuestas en su gran mayoría por microplásticos. Una sola de ellas es tres veces más grande que Francia.

Cuando pensamos en el plástico en el mar, como peligro para nuestra salud, el primer pensamiento es sobre la repercusión en la fauna y la flora. Sin embargo, ¿qué sucede con la sal marina, un ingrediente que nuestro organismo consume diariamente? Pues bien, el 90% de la sal marina contiene microplásticos que se ingieren cada vez que se utiliza en la cocina.

Los microplásticos ya están en todos los tipos de sal

Herbes de la Conca y Fossil River han lanzado al mercado una alternativa de sal sin refinar, sin antiapelmazantes y, sobre todo, certificada sin microplásticos. Esta se recoge de forma artesanal de un manantial salado proveniente de una mina fósil de la provincia. Se trata de la salina Fortuna, originada en el periodo Triásico, hace 250 millones de años. Es decir, cuando los microplásticos, afortunadamente, no existían.

Salina Fortuna de Villena

Las salinas, distanciadas a 40 kilómetros del mar, ocupan más de 70 hectáreas y se explotan interrumpidamente desde la Edad Media. En este entorno natural se cristaliza la sal disuelta de los depósitos que se crearon en el periodo Triásico y que se originaron por la fuerte evaporación que tuvo lugar en algunas cuencas marinas.

Este espacio fue ocupado por el mar y quedó después aislado con los movimientos tectónicos de millones de años, por lo que hoy encontramos estas sales en las profundidades de la tierra. Justo en este enclave, en la Salina Fortuna de Villena, es donde surgen ríos subterráneos o manantiales de agua que a su paso por los yacimientos salinos se convierten en ríos de agua salobre.

Local, ecosostenible y saludable

De la Conca recolecta el agua salada que sale del manantial fósil. «La más importante peculiaridad de esta extracción natural es que se ha conseguido recuperar la biodiversidad del valle, donde antes sólo bajaba agua salada«, afirman desde la compañía. «Consumiendo el producto, evitamos que la sal se quede ahí y queme tanto el suelo como la biodiversidad de la zona», explican. Así que se han propuesto que ese entorno se recupere y trabajar de forma sostenible. Se trata, así, de un producto local, ecosostenible y saludable en el que, además, el packaging es completamente libre de plásticos o microplásticos, ya que es una bolsa vegetal 100% compostable.

Armand Folch (izquierda) y Artur Folch (derecha)

Empresa familiar

De la Conca es una joven startup, con sede en Barcelona, liderada por Armand Folch y Ruben Roc. Se fundó en 2018, surgida del proyecto final de carrera de dos ambientólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona. En esta ocasión, trabajan en colaboración con Fossil River, una empresa familiar de la zona de Villena para lanzar la primera sal sin microplásticos del mercado.

En España, los productos de De la Conca se pueden encontrar en tiendas especializadas y ecotiendas, además de almacenes como Carrefour, Veritas, y muy pronto en Alcampo. A nivel internacional, está presente en países como Francia, Alemania, UK, Holanda, Noruega, Dubai, Korea, Japón y Taiwan.

Los abonos a base de lodos de depuradoras multiplican los microplásticos en tierras de cultivo

Comprometidos con el medio ambiente

De la Conca es una empresa de alimentación ecológica especializada en desarrollar productos sostenibles para satisfacer las necesidades de clientes preocupados tanto por su salud como por el medio ambiente. Ofrece alimentos sanos, sabrosos y sostenibles, con packaging ecodiseñado sin plástico, a través de una cadena de suministro social y ambientalmente responsable.

Su último proyecto ha sido la total compensación de emisiones de gases efecto invernadero de sus productos carbon-free, en el cual se ha hecho un Análisis de Ciclo de Vida para calcular el impacto ambiental y compensar las emisiones de CO2. Esto significa que sus productos con la etiqueta carbon-free son neutros en lo que respecta a la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Más que sal sin microplásticos

La gama de productos De la Conca consta, además de la sal sin microplásticos, sal de manantial en forma de sales de hierbas y las escamas de sal, incluye infusiones sin plástico, patés vegetales con superalimentos y chocolates veganos. Todos son productos 100% ecológicos y de origen local. Además, utilizan tecnología de análisis de ciclo de vida y ecodiseño para reducir al mínimo su impacto ambiental.

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