Andrés Díez Herrero es Doctor en Ciencias Geológicas y Máster en Hidrología. Profesor universitario en la Universidad Europea de Madrid, la Universidad USEK de Segovia, la Universidad Castilla-La Mancha y la Stanford University. Desde 2005 ocupa una plaza de investigador científico en el Área de Riesgos Geológicos del Instituto Geológico y Minero de España (Ministerio de Ciencia e Innovación).
Sus líneas de investigación se centran en ensayos de nuevas metodologías y técnicas para el análisis de la peligrosidad y el riesgo de inundaciones y su expresión cartográfica. Su labor se centra en la adopción de medidas preventivas de carácter no estructural como la ordenación del territorio. También en los planes de protección civil y soluciones basadas en la naturaleza. Y en el estudio de los efectos del cambio climático en el riesgo de inundaciones, en la optimización del diseño y el dimensionamiento de medidas de mitigación.
Díez Herrero será uno de los ponentes del Congreso Nacional de Inundaciones. Una cita que se celebrará los días 10 y 11 de septiembre en el Auditorio de la Fundación CAM de Orihuela. Se trata de un evento organizado conjuntamente por el Ayuntamiento de Orihuela y el área de Ciclo Hídrico de la Diputación de Alicante. Además, de la Universidad de Alicante y su Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales. En él se cuenta con la colaboración de la Cátedra del Agua de la Diputación, el proyecto CampusHabitat5U, Hidraqua y la plataforma iambiente.es.
Intercambio de ideas
—¿Qué aportan congresos como este para la prevención y mitigación de los efectos de los desastres naturales en general y de las inundaciones en concreto?
—Los congresos y jornadas científicas y técnicas en general -y el Congreso Nacional de Inundaciones que se celebrará en Orihuela en particular- son fundamentales para el avance de los conocimientos e intercambio de ideas entre los investigadores. Y someter públicamente las propuestas de soluciones a las inundaciones a la discusión por parte de la comunidad científico-técnica. En una época donde las tecnologías de la información y comunicación parecen conducirnos hacia las publicaciones online y las videoconferencias, los congresos presenciales ponen el necesario contrapunto de relación humana entre los científicos y técnicos. Con la imprescindible interacción personal dentro y fuera de las sesiones del congreso. Enriquece las revisiones y correcciones por pares y matiza las impersonales y, a veces, confusas relaciones telemáticas.
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Educación a los jóvenes
—¿Cómo puede la formación de las generaciones más jóvenes prevenir los daños sociales y económicos en las inundaciones? ¿Qué valores transmiten en el programa educativo ‘Venero Claro-Agua’? ¿Y qué puede aportar la tecnología de los videojuegos a las simulaciones y a la interacción con los jóvenes?
—La educación en el riesgo de inundaciones para los niños y jóvenes garantiza que las futuras generaciones de adultos tendrán los conocimientos y la percepción necesarias para, en primer lugar, autoprotegerse en caso de verse inmersos en un episodio de inundación. Y, en segundo lugar, formar ciudadanos críticos con las medidas de mitigación de los daños. Conscientes del nivel de riesgo al que están sometidos y exigentes con las administraciones públicas en las mejores soluciones.
El programa ‘Venero Claro-Agua’, a lo largo de estos siete años de desarrollo, trata de transmitir el valor del conocimiento científico en el entendimiento de las inundaciones, la búsqueda de soluciones y la mejora de la percepción del riesgo. Todo ello de forma desenfadada a través de talleres, juegos y manipulación de instrumental y muestras. Para que los jóvenes descubran por sí mismos la utilidad de la ciencia en su seguridad personal.
Y, por último, los videojuegos son un recurso didáctico fundamental en la educación formal (reglada) y no formal (ocio y tiempo libre). Porque es ‘llevar a su terreno de juego’ -nunca mejor dicho- los valores y actitudes que nosotros queremos inculcarles. En concreto, con Minecraft Gea hemos conseguido introducir, en un videojuego que usan más de 170 millones de jóvenes en todo el mundo, las inundaciones, su dinámica y cómo actuar ante ellas para poner a salvo tu vida y la de tus familiares y compañeros.
Estrategias tradicionales
—Según su estudio sobre las manifestaciones culturales populares en torno a las avenidas en la provincia de Segovia, ¿qué mecanismos ha puesto en marcha la sociedad ante estos fenómenos naturales?
—Las sociedades tradicionales, sobre todo en el mundo rural, pusieron en marcha estrategias de autoprotección basadas en manifestaciones culturales relacionadas con las inundaciones, que les permitía con su mentalidad, muchas veces pre-científica: explicar el fenómeno de la inundación asociándolo espacio-temporalmente a paremias y refranes. Justificar la salvación de personas y bienes materiales atribuyéndolo a la intercesión divina protectora (milagros de vírgenes y santos). Predecir las inundaciones usando métodos como las cabañuelas y el comportamiento previo de la meteorología y los animales. Y prevenir las mismas con labores comunales como las hacenderas para desbrozar cauces.
Con todo ello se producía un cierto aumento de la resiliencia ante las inundaciones. Que ha servido durante siglos hasta la llegada de las ciencias y las técnicas modernas. Todas estas manifestaciones convienen ser conocidas, conservadas y puestas en valor en una sociedad que está viviendo los efectos del cambio global.
Catálogos históricos
—¿Qué información se extrae de los catálogos históricos de inundaciones? ¿Por qué son importantes en la investigación de estas catástrofes naturales?
—Los catálogos de inundaciones históricas, más allá de simples recopilaciones curiosas de catástrofes, tienen una enorme utilidad científico-técnica para los que nos dedicamos al análisis y prevención de las mismas. En primer lugar, permiten mejorar el análisis de frecuencia y magnitud de las inundaciones. Ampliando los reducidos registros de caudales instrumentales y permitiendo tener una visión más amplia de las posibles inundaciones extraordinarias que pueden ocurrir en un territorio. Ya que extiende nuestra ventana temporal varios siglos, incluso milenios. Y, con ello, ajusta los cálculos de los altos periodos de retorno, como el de 500 años, que define legalmente las zonas inundables en España.
Pero también son fundamentales en la mejora de la percepción social de las inundaciones. Ya que el conocimiento de que históricamente una zona se ha inundado (incluso poniendo marcas físicas de las alturas o sectores alcanzados y la fecha) incrementa la concienciación de la población ante futuros desarrollos inadecuados a la inundabilidad de esos terrenos.
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Toro-Zamora
—¿Qué resultados han obtenido en su estimación de los daños potenciales sobre las infraestructuras de transporte por inundaciones en el tramo Toro-Zamora?
—Las zonas del fondo de los valles han sido desde la prehistoria las vías de comunicación por lo que, históricamente, se han establecido en las vegas paralelas a los ríos las principales infraestructuras de transporte. En el caso del tramo del río Duero entre Toro y Zamora, en la zona inundable existen: carreteras -autovía, nacionales, autonómicas, provinciales, comarcales y vecinales-. También ferrocarriles -ancho convencional y alta velocidad-. Y hasta un helipuerto. Nuestros análisis de daños potenciales para diferentes periodos de retorno han llegado a estimar las pérdidas económicas en estas infraestructuras en cuantías totales de hasta 16,5 millones de euros para una avenida de 500 años de periodo de retorno. Lo que convendría tener en consideración para los estudios coste-beneficio de las medidas de mitigación del riesgo de inundación en futuros planes de gestión a implantar en este territorio.
Estimación geoestadística
—¿Con qué finalidad han realizado una estimación geoestadística de caudales máximos de avenida en el tramo Toro-Zamora?
—La estimación objetiva y correcta de los caudales de avenida en un tramo de un río es fundamental para poder delimitar correctamente las zonas inundables, los calados y velocidades. El tramo del río Duero entre Toro y Zamora es especialmente complejo de estudiar porque el registro histórico de caudales está limitado a las estaciones de aforos de Toro y Zamora. Y esta última con muy pocos años medidos. Por ello, es imprescindible utilizar todo tipo de herramientas estadísticas y geoestadísticas (teniendo en cuenta la sinuosidad del río, por ejemplo) para mejorar los cálculos de los caudales para los diferentes periodos de retorno. Sobre todo porque ello puede tener repercusiones prácticas en la zonación del plan general de ordenación urbana de Zamora. O la implantación, o no, de explotaciones agropecuarias e industrias en las zonas inundables.
Producción científica española
—¿Qué conclusiones han obtenido al estudiar la producción científica española sobre inundaciones en la base de datos ‘Web of Science’? ¿Cómo será la evolución futura de las investigaciones sobre las avenidas?
—La producción científica española sobre inundaciones en las principales bases de datos bibliográficas internacionales, como la Web of Science, se ha incrementado notablemente en las últimas décadas. Pasando de los ocho registros del año 1990 a las 363 publicaciones del pasado año 2019. Lo que denota un mayor protagonismo mundial de la ciencia española de las inundaciones. No obstante, muy pocas instituciones, grupos de investigación y autores concentran la mayor parte de las publicaciones. Por lo que, a pesar de la atomización de los equipos de investigación, se produce una concentración en determinadas entidades y personas. En el futuro parece que se impondrán los estudios interdisciplinares que combinen aspectos de las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales. Enfocadas a las medidas de mitigación no estructurales basadas en la naturaleza (infraestructuras verdes).
Fermín Crespo.