La competición internacional Stockholm Junior Water Prize escoge los mejores proyectos de investigación escolar relacionados con el agua. De ella han salido soluciones basadas en técnicas tradicionales japonesas u otras con gusanos capaces de descomponer derivados plásticos. Por su relevancia mundial en el ámbito académico y científico y sus 24 años de andadura está considerado el ‘premio Nobel del Agua’ juvenil.
En España es tarea de la Fundación Aquae organizar el certamen nacional, una tarea que asume esta entidad por sexta vez. La participación está abierta a cualquier proyecto de investigación escolar cuyo tema central sea el agua. En particular, se busca la gestión de recursos hídricos, la protección del agua, y el tratamiento de aguas, ya sean potables o residuales.
Cómo se presentan
Un requisito clave para presentar las ideas al Stockholm Junior Water Prize es que se orienten a mejorar la calidad de vida de la sociedad y obtener resultados concretos. Estas se pueden enviar desde ya para la final nacional de 2021. El plazo se ha abierto este viernes y se mantendrá hasta el 8 de marzo a las 14 horas para el alumnado de Secundaria, Bachillerato o Formación Profesional en cualquier centro educativo de España. El otro factor a tener en cuenta es que en agosto de 2021 tengan entre 16 y 21 años.
Desde el punto de vista metodológico, los trabajos tienen que ser investigaciones escolares basadas en la experimentación científica, el desarrollo de tecnologías o investigaciones de carácter social. Las candidaturas con los proyectos pueden ser individuales o estar conformadas por equipos de hasta dos estudiantes. Eso sí, cada una de ellas debe estar tutorizada por profesores del mismo centro educativo que presenta la investigación.
El valor de la sostenibilidad
«El objetivo de este certamen es premiar la inquietud de los jóvenes por el cuidado del medioambiente y fomentar las actuaciones contra el cambio climático». Así lo resume Emma Fernández, miembro del Consejo de Estrategia de Fundación Aquae y consejera independiente de Axway y Metrovacesa. Como miembro también del jurado de la final nacional destaca que «se trata de un premio que busca educar en valores de sostenibilidad y respeto a los recursos naturales, además de fomentar desde las etapas iniciales de la vida el debate científico».
La proyección internacional es una área en la que hace especial énfasis Fernández. «Nos encanta poder ofrecer a nuestros jóvenes investigadores -menores de 21 años- la oportunidad de mostrar a escala mundial sus ideas», recalca. En particular, las «de probada importancia ambiental, científica, social o tecnológica, para resolver problemas relacionados con el agua, ya sea a escala local, regional, nacional o global».
A partir de ahí, se les dota «de herramientas para continuar creciendo, tanto a nivel formativo como personal». Entre ellas, brindar «la posibilidad de viajar a una final internacional para competir con equipos de otros 30 países», añade Fernández. Ejemplo de la globalidad de esta cita es que la edición 2020 del Stockholm Junior Water Prize 2020 ha recaído en el equipo japonés. Hiro Matsuhashi y Takuma Miyaki, han ganado por su innovador método para controlar la escorrentía del suelo y aumentar la producción de alimentos. Una propuesta de la que han partido utilizando la tecnología tradicional japonesa de solidificación del suelo Tataki.
El desarrollo y presentación
Salvo que las autoridades así lo desaconsejen o prohíban por motivos de salud pública, los alumnos y tutores de los trabajos finalistas serán invitados a la final nacional, que se celebrará en junio de 2021 en Madrid, donde los estudiantes deberán defender sus proyectos, de modo presencial o por videoconferencia, ante el jurado nacional, mediante una exposición oral en castellano o inglés.
Si la situación sanitaria lo permite, los autores del trabajo que obtengan el primer lugar en esta final nacional, junto a su tutor, viajarán el próximo mes de agosto a Estocolmo (Suecia). Allí participarían en la final Internacional del Stockholm Junior Water Prize, en el marco de la Semana Mundial del Agua.
Tras entrevistar a cada uno de los finalistas, un jurado de expertos internacionales decidirá el ganador. Este recibirá quince mil dólares, un diploma y una escultura de cristal azul de manos de la princesa Victoria de Suecia, patrona de este premio.
Debido a la pandemia del covid-19, en la edición de 2020 han podido participar 29 países, entre ellos el equipo español apoyado por Fundación Aquae. Un equipo nacional formado por Manuel Martínez y Marc Pérez, estudiantes de segundo de Bachillerato de Mollet del Vallès (Barcelona), que presentaron su proyecto e-Agricultura a vista de pájaro. Su objetivo es mejorar la productividad de la agricultura mediante el procesamiento y el análisis de los datos recogidos por drones que captan imágenes de explotaciones hortícolas.