El lago natural más grande de España, l’Albufera de Valencia, quiere saber su futuro. Y para ello se han reunido en la primera Jornada de la Comisión Científica de la Junta Rectora de este parque natural. El medio centenar de especialistas, miembros de la comisión y otras instituciones vinculadas han analizado los desafíos derivados del cambio climático a los que se enfrenta este destacado humedal.
«En lugar de un discurso de emergencia sobre la salvación de l’Albufera», explican, es necesario «uno más proactivo de vamos a sumar para ir mejorando las condiciones del ecosistema«. Un logro que «se ha visto en la mejora clara de los últimos veinte años». Por eso señalan que «l’Albufera no necesita que nadie la salve. L’Albufera está ahí, ha estado y estará por muchos siglos».
Trabajo por delante hay. «Es cierto que necesita que revirtamos muchos cambios negativos que se produjeron sobre todo en los años 60 y 70». En esas décadas, «la falta de las infraestructuras de saneamiento hizo que se conectaran con los humedales«. Aquello contaminó sus aguas «y provocó que desaparecieran especies claves para la sostenibilidad del sistema». Si eso «es necesario revertirlo», también hay que ver «la evolución de l’Albufera con el tiempo —y de sus paisajes—. Y en estos momentos lo que necesita es que todos sumemos para resolver los problemas pasados y futuros«.
Ahí han insistido en una mayor coordinación de las Administraciones. «Y que haya, poco a poco, una cultura de colaboración entre los usuarios de actividades productivas como son agricultores y pescadores con los defensores de la conservación del parque natural, como ecologistas y organizaciones ambientalistas». «Todo lo que haga trabajar en una misma dirección, redundará en un beneficio indudable para todos los que disfrutamos de este humedal».
Visión de futuro
«Hay un objetivo de llamar la atención y de poner, por una vez, las luces de larga distancia». En l’Albufera, prosiguen, «estamos muchas veces imbuidos en los problemas del día a día«. Situaciones de las que han puestos ejemplos como si se queman tantos kilos de paja del arroz o si son tantos hectómetros los que necesitamos para el siguiente plan de cuenca». Estas son batallas «casi diarias y que son muy importantes, pero eso hace que no pongamos la mirada en las cosas que pueden venir en diez, quince o veinte años».
Esos riesgos que acechan a l’Albufera son la salinización, el aumento de los temporales o de las temperaturas. «Necesitamos pensar en estas cosas para que no nos pillen por sorpresa», recalcan. Y para ello es necesaria la ayuda de la tecnología. Por ejemplo, redes de monitorización «porque no hay un seguimiento sistemático de la salinización, de los cerrados o del área de arrozales». «Convendría tener datos continuos para que cuando llegue el momento de tomar una decisión, tengamos esos datos suficientes para poder tomar una decisión basada en la investigación científica».
Estas propuestas son las que impulsan esta primera jornada de la comisión científica. «Para transmitir a la Administración y a la sociedad, las necesidades de conocimiento que tiene esta investigación«, señalan. Y con ellas, «hacia dónde se tendría que orientar en l’Albufera durante los próximos años». De todo ello estiman que saldrían nuevas ideas para que los entes públicos responsables «vayan planeando la gestión en el futuro e ir adecuándola a estas necesidades».
La adaptación
Esta primera jornada que ha acogido la Universitat Politècnica de València ha debatido también sobre las posibles medidas de mitigación y adaptación. De ahí a sus potenciales efectos en la biodiversidad, calidad del agua o agricultura, entre otros aspectos. De coordinarlo se ha encargado Carles Sanchis Ibor, presidente de la Junta Rectora del Parc Natural de l’Albufera. En su papel de investigador del Centro Valenciano de Estudios del Riego de la UPV ha trabajado mucho sobre ella.
“La intensificación de estos procesos de cambio provocará modificaciones sustanciales al ecosistema de la Albufera. De todo ello y de cómo ir adaptándose y mitigando algunos efectos hablaremos en estas jornadas. Y es que es necesario que la investigación científica dé apoyo a la gestión y guíe el camino de una progresiva adaptación de la sociedad a estas nuevas condiciones ambientales”, añade Sanchis Ibor.
La jornada está organizada por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de Generalitat Valenciana, la Cátedra de Cambio Climático, el Centro Valenciano de Estudios del Riego de la UPV y la propia universidad.