Con el objetivo de lograr reciclar en 2035 hasta un 65% de los productos que consumimos y lograr una economía lo más circular posible, en 2023 entrará en vigor la ley de residuos y suelos contaminados. La ley contempla que los muebles y enseres tienen que ser reciclados y gestionados correctamente. Esta normativa abre una ventana a la oportunidad, ya que gestionar estos residuos puede convertirse en un modelo de negocio rentable. Pero, ¿qué otros cambios trae la ley de residuos y suelos contaminados?
Los datos actuales
Casi 19 millones de residuos voluminoso se generan en Europa a lo largo de un año. Esto es mobiliario, colchones y otros enseres. En España las cifras que se manejas son dos millones de esas 19 toneladas mencionadas. Por ello, y para lograr una economía lo más circular posible, el pasado mes de abril se aprobó la ley 7/2022,. No obstante, resta mucho camino por lograr. Pero poco a poco tanto las instituciones como el tejido empresarial y la sociedad en general está más concienciadas.
Con estas cifras, si se quiere llegar a una completa economía circular, deben darse cambios de hábitos. Estos debe ser tanto en los consumidores como en los productores y distribuidores. Por ello, uno de los principales objetivos es que los muebles y enseres voluminosos no acaben en el vertedero convirtiendo este residuo en un nuevo recurso.
Ley de residuos, una oportunidad
Restaurar o rehabilitar los muebles y enseres es una oportunidad de negocio que las empresas están comenzando a ocupar. Actualmente, ya hay empresas que se dedican a vaciar naves, pisos, oficinas, etcétera cumpliendo correctamente la normativa. Además, no solo lo reciclan sino que, en ocasiones, restauran esos muebles que. a priori, no tenían uso. En esto consiste la verdadera economía circular, es decir, la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos.
Tras la entrada en vigor de la ley en 2023 en, aproximadamente dos años, se podrá ver si realmente hay coordinación entre las medidas de recogida y los productores.
En 2025, se verá si existe una coordinación real entre las medidas de recogida entre productores. Si no se cumplen ni se llega a acuerdos, la responsabilidad jurídica será la que se ocupe de determinar las medidas en contra de los incumplimientos. De hecho, la nueva Ley de residuos y suelos contaminados incorpora nuevas obligaciones de responsabilidad ampliada del productor para residuos antes no sujetos a ella.
No solo están apareciendo nuevas empresas que posibilitan este reciclado y reutilización de los enseres voluminosos, sino que el propio sector del mueble, tal y como refleja el estudio ‘Impactos de la doble transición en el sector del mueble de la UE’ realizado por el proyecto Sawyer, está cambiando. «De aquí a 2030, con un sector del mueble ampliamente digitalizado, el sector de fabricación de muebles de madera ofrecerá productos y servicios con un diseño respetuoso con el medio ambiente basado en materias primas de bajo impacto y trazables, procesos de fabricación sostenibles y promoción de los mejores escenarios de uso y recuperación de materiales y productos desechados», resaltan en el estudio.
No obstante, no solo las empresas deben ‘ponerse las pilas’ en este sentido. Instituciones locales, autonómicas y nacionales deben orquestar medidas para lograrlo y esto debe ser en la fase de diseño.