reciclaje de residuos electrónicos

Sensores para el reciclaje de residuos electrónicos

Los sensores se han convertido en los nuevos aliados del reciclaje. Y es que el reciclaje de los aparatos electrónicos y eléctricos cuenta con una enorme complejidad debido al gran número de componentes que tienen y a su diversa índole. Por ello, la innovación juega un papel importante para dar una segunda vida a estos residuos tan numerosos hoy en día. Por lo que ya se están poniendo en marcha nueva formas de reciclaje de residuos electrónicos basado en tecnología de clasificación con sensores.

Sensores para el reciclaje de residuos electrónicos

Los residuos electrónicos se están convirtiendo en un problema en todo el planeta, sobre todo, si ponemos el foco en los países en vías de desarrollo. Cabe señalar que, según explica el Global E-scrap Monitor 2020 de la Organización de las Naciones Unidas, en 2030 los residuos electrónicos mundiales alcanzarán los 74 millones de toneladas métricas (Mt). Esto provocará que sean considerados el flujo de residuos con el crecimiento más rápido del mundo. De hecho, Europa es el tercer mayor generador de este tipo de residuos con un 42,5%2, por detrás de China, Norteamérica y Sudamérica. Si bien es cierto que los europeos cuentan con las mayores tasas de recogida y reciclaje, principalmente debido a la normativa aprobada en 2003 cuando entraron en vigor la Directiva RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) y la Directiva RoHS (Restricción de Sustancias Peligrosas).

Tecnología para el reciclaje

Desde este año se ha puesto en marcha una nueva tecnología para el reciclaje de residuos electrónicos basado en sensores. Tomra Recycling se encargará de colocar en su lugar los residuos de electrodomésticos, juguetes electrónicos, productos informáticos, etcétera.

El primer paso y más importante para poder reciclar los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) es triturarlos. Con una pretitruración ya permite recuperar componentes valorizables de estos residuos como pueden ser las placas de circuitos impresos (PCB), los cables, metales, etcétera. Además, de esta forma se pueden eliminar de forma segura los elementos más peligrosos como las baterías.

Tras este primer triturado, se puede realizar otro que logra reducir el tamaño del material y facilitar así su posterior clasificación. A su vez, un imán recupera la fracción férrica de los componentes y luego se criba el material con el objetivo de garantizar una eficiente clasificación basada en sensores en una etapa posterior.

reciclaje de residuos electrónicos

Llega el paso a través del que, con diferentes soluciones flexibles de clasificación basada en sensores, es posible aumentar el rendimiento del reciclado, así como generar fracciones de material de mucha mayor pureza y detectar sustancias peligrosas. Cabe señalar que para el resto de metales pesados no férricos valorizables, una vez  se ha separado el aluminio, se puede volver a clasificar con una unidad Combiesense de de Tomra. Este producto clasifica distintos materiales por color y propiedades electromagnéticas, como cobre, latón, metales grises y PCB.

Estos residuo triturados pasan por el separador de corrientes eliminando así el plástico, materiales no metales, metales como el acero inoxidable, el cable de cobre, compuestos de plástico… se pueden tratar con el equipo Finder de Tomra, que emplea campos electromagnéticos para identificar metales, por lo que puede servir para separar metales de no metales.

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