“La moda sostenible tiene una especial importancia para acometer el proceso de sostenibilidad global del planeta”, afirma Irene Bajo. La directora de la Cátedra de Responsabilidad Social de la Generalitat Valenciana en la Universidad de Alicante, lo tiene claro. Es un sector en el que hay que actuar firmemente, porque es una de las industrias más contaminantes del planeta. Sin embargo, apunta a la transversalidad. “Es algo que pensamos cada día cuando nos vestimos y, por tanto, que está presente siempre en nuestras vidas”, sentencia. Es decir, que cualquier gesto que apliquemos, tendrá gran repercusión si es secundado por la población.
“Desde la fabricación, hasta los clientes”. Así se manifestó recientemente, durante el foro sobre moda sostenible organizado por la cátedra en la Villa Universitaria de San Vicente del Raspeig. “Es un sector muy expuesto al público y que, en consecuencia, recibe una gran presión social al ser de los más contaminantes por su modelo consumista”, describía durante la cita que se celebró el pasado viernes, 20 de octubre, en la que reunió a expertos en la materia. Un evento en el que pidió que la industria asumiese “su responsabilidad por ello”. Del mismo modo, incidió en la necesidad de que “trabaje y se implique en el proceso de sostenibilidad global del planeta”.
Reutilización y reciclaje en la moda, la clave de la sostenibilidad
Presión social de las tendencias
La directora de la cátedra ponía el acento, además, en la relevancia de los jóvenes a la hora de abordar esta problemática. “Parecen concienciados, pero al mismo tiempo están dominados por el consumismo y la obsolescencia de las prendas”, afirmaba. Es por eso que animaba a “encontrar el equilibrio” entre la conciencia y la presión de las tendencias. A su vez, incidía en la necesidad de “reducir, reutilizar y reciclar” para lograr un consumo sostenible.
Sobre este asunto se posicionó Paula Belén Álvarez, del consejo de estudiantes de la Villa Universitaria, presente en la sala. “No sería justo que los jóvenes nos echásemos a la espalda toda la responsabilidad de salvar el planeta”, afirmaba. “Todos somos muy conscientes del impacto del fast fashion; hay que seguir sensibilizando”, destacaba. Así que ponía el foco en las vías para fomentar la reutilización de prendas. “Somos los jóvenes quienes más hacemos uso de las aplicaciones móviles para la compra-venta de ropa de segunda mano o directamente en las tiendas físicas”, aseguraba.
La sostenibilidad de la industria textil para el cine
El evento contó con la presencia de distintos expertos. Entre ellos, Genel Romero, de CoolHunting Madrid Comunicación, y Sandra Márquez, directora artística de cine y televisión. Y es que la industria cinematográfica está emprendiendo hábitos de trabajo que le acercan cada vez más a la sostenibilidad. “Ahora se exige sostenibilidad, porque no solo es bueno para todos, sino que se está comprobando como se ahorran costes y se reducen los tiempos en los procesos de producción”, explica Márquez. Y es que, si antaño crear un decorado de un pequeño estudio de cine podía suponer una inversión de entre cincuenta y ochenta mil euros, ahora esas cifras han bajado hasta los veinte o treinta mil euros gracias a la reutilización de los materiales y del vestuario.
“Además, se está reduciendo mucho el uso de plásticos y productos sintéticos para, después, poder reciclar todo cuando ya no se puede hacer más uso de esos materiales”, destacaba, implementándose así los “materiales nobles, que son más sostenibles”. Una opción que va ganando adeptos en esta industria del cine es el alquiler. “Ahora se puede alquilar todo y hay cada vez más empresas de alquiler de vestuario, sobre todo fuera de España, donde están más concienciados”, describía.
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La irrupción de la moda ultra fast fashion
El proceso de fast fashion que llegó hace más de una década y sirvió para democratizar la moda y acercar las tendencias a todos los públicos ha demostrado carencias, sobre todo en el ámbito de la sostenibilidad. Es por eso que, ahora, importantes agentes de la industria textil están tratando de revertir la situación. Genel Romero, de CoolHunting Madrid Comunicación, ponía el ejemplo de Inditex, que se ha propuesto lograr las cero emisiones en 2040 y pretende lanzar una herramienta en su aplicación desde la que sus clientes podrán vender la ropa que compren en sus tiendas físicas y online, fomentando así la reutilización.
“Se están dando pasos importantes, pero creo que lo más importante es la educación; se debería impartir educación en moda en los colegios”, afirmaba, considerando decisivo el papel que tiene, en este sentido, la Generación Z. “Están consumiendo en plataformas de venta ultrarrápidas como Shein, que prácticamente es ropa de usar y tirar, y no solo lo hacen por el precio, sino también por el consumismo desmedido”. Una situación que, a su juicio, está ralentizando esos pasos adelante que se venían dando por parte de la industria.
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